[mks_dropcap style=»square» size=»18″ bg_color=»#0000ff» txt_color=»#ffffff»][/mks_dropcap]Los niños racionales experimentan un fuerte anhelo de cumplir todas sus metas y trabajan sin cesar para lograr todos los proyectos que se proponen. Son rigurosamente lógicos e independientes. A menudo pueden dar la apariencia de distantes cuando la mayoría de las veces lo que sucede es que están absortamente concentrados en cualquier problema que consideren de interés en ese momento. Y ese problema puede aparecer ya en la infancia. Por eso parecen tan concentrados cuando tienen que aprender a andar, comer solos, jugar con las construcciones, dibujar algo complicado, completar un puzle …
Valoran la inteligencia, tanto en ellos como en los demás y la mejor manera de conseguir que hagan algo es dándoles explicaciones lógicas de por qué hacerlo. Si bien hay que educar la obediencia, los niños racionales suelen ser muy dóciles cuando entienden por qué detrás de las acciones: hay que dormir porque si no descansamos no aprendemos o no tenemos energía para afrontar el día. Hay que comer verduras porque necesitamos las vitaminas para estar sanos.
Suelen disfrutar coleccionando objetos, ya sean rocas, monedas, figuritas, etc. Lo hacen porque disfrutan documentando, clasificando y cuidando sus tesoros. Siempre saben exactamente dónde han dejado sus colecciones, sean o no niños ordenados.
La tecnología cada vez juega un papel más importante en nuestras vidas, pero para los racionales resulta aún más atractiva que para la media. Los aparatos electrónicos llaman enormemente su atención. Encuentran fascinante la idea de realizar las cosas de manera más eficiente y les atrae la posibilidad de mejorar el sistema que se aplicaba hasta ese momento.
Desde pequeños tienen particular interés en los juegos de construcción y resolución de problemas: colocar piezas en una caja donde cada forma tiene un lugar específico. Pueden encontrar horas de entretenimiento en cualquier objeto que convierten en otro con su imaginación: armas, naves espaciales, muñecas, un teléfono. A medida que crecen, desarrollan un gran interés por juegos educativos, para realizar experimentos, para practicar recetas de cocina, y juegos de estrategia como el ajedrez. También se sentirán atraídos por videojuegos de estrategia.
Agregar comentario