EL VIEJO PROFESOR
MÁS DEPORTE=MENOS BOTELLÓN Y MENOS “TONTERÍAS”
[mks_pullquote align=»left» width=»300″ size=»18″ bg_color=»#0000FF» txt_color=»#ffffff»] «Los adolescentes que practican deportes o cualquier otra actividad extraescolar, aprovechan mejor los tiempos muertos”, dice una madre de deportistas. Además les inculca una disciplina que después aplicarán a otros ámbitos de su vida. Y al mismo tiempo les sirve de válvula de escape cuando acumulan tensión por los estudios.[/mks_pullquote]
Cuando el deporte se liga a la educación, los entrenadores suelen poner normas férreas sobre las notas; no sigue entrenando el que trae malas calificaciones. Cuando los fines son otros, las notas dejan de importar y el deporte, lejos de hacer mejores a nuestros hijos, los limita.
La adolescencia es una etapa crítica en la vida en la que muchos chicos dan pasos equivocados. Los padres no tenemos varitas mágicas que impidan a nuestros hijos caer en el error, ni bolas de cristal que nos permitan predecir el futuro. Pero sí disponemos de algún recurso que , si bien no garantiza el éxito, pavimenta bien el camino hacia el futuro. Una de estas vías es la práctica deportiva.
Parece una obviedad resaltar que la práctica de un deporte sea buena. Es evidente que unos hábitos de vida saludables siempre resultan beneficiosos. Y sin embargo tenemos que recordarlo de vez en cuando porque en nuestra cultura del éxito rotundo y de la competitividad no siempre sana, muchos padres evitan que sus hijos practiquen deportes de manera regular por miedo que influya en sus calificaciones académicas.
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