Pedro Hermosilla
En España tenemos una afición irrefutable: machacar ídolos.
15.000 pseudopsiquiatras pasaron por las taquillas del WiZink Center para psicoanalizarlo, daba igual que llevara casi 150 conciertos de su gira “Salud y Rock&Roll”. Un paso atrás, una reserva, una gota de sudor de más, o la percepción de una mínima falta de resuello y los buitres caerían sobre él.
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No hubo lugar, se marcó treinta y dos canciones. Eso es lo de menos porque Loquillo tiene la facultad de cruzarse de brazos, de ponerse una mano en el mentón y asentir, de mover su pierna microfonera y poner al respetable a sus pies.
Los buitres tendrán que esperar: larga vida al rock and roll.
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