Nuestros vecinos del norte alegan motivos educativos y de salud – dicen que no es bueno que menores de 7 años estén demasiado delante de pantallas de este tipo – para defender una medida que se llevará a cabo desde el curso próximo y que, como ya ocurre en otros países, pretende evitar el uso de los móviles en las aulas.
La controversia está servida en el país de Astérix: Mientras son muchos los alumnos que argumentan el llevar consigo los móviles por motivos de seguridad y de localización; los responsables educativos contra-argumentan que, en realidad, hacen un uso inapropiado de los mismos durante el horario escolar.
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Bienvenidos a la era del «peligro digital»…, aunque un pelín tarde, mes amis.
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