EL ARTE DE ESCRIBIR
Uso y abuso del lenguaje: Las muletillas.
Una muletilla es una palabra o frase que se repite mucho por hábito, en ocasiones llegando al extremo de no poder decir frase alguna sin ella.
Si la muletilla excede de una palabra puede ser una frase hecha. Etimológicamente, el nombre de la palabra muletilla deriva de muleta en cuanto es algo que sirve como soporte, en el caso lingüístico como soporte de un discurso (generalmente cuando no hay una palabra o una frase más apropiada para un caso o porque al que usa la muletilla no se le ocurre en ese momento otra palabra).
Se me ocurre traer a colación este vicio del lenguaje -oral en la mayoría de los casos- debido al atracón de entrevistas que he tenido que presenciar por haber seguido la retransmisión de las corridas de toros de la Feria de San Isidro. Ya se sabe, los locutores o locutoras de turno, entre toro y toro, se dirigen a los diestros para pulsar su opinión sobre la faena que acaba de realizar.
-¿Cómo te has sentido con este toro, Montorito?
–La verdad es que ha tenío sentío. Se me colaba por la izquierda, derrotaba al salir… Pero la verdad es que yo me he encontrao a gusto…
-¿Y qué opinas de este presidente que te ha negado las orejas, a pesar de una fuerte petición por parte del respetable?
–La verdad es que yo creo haber hecho una buena faena, pues la verdad es que el público la ha visto… Si el presidente no lo ha visto así, sus razones tendrá…
Rara ha sido la entrevista en que no haya aparecido la frase hecha «la verdad es que…», frase que utilizan no sólo los toreros, sino hasta el más brillante de los entrevistados.
La verdad es que… las muletillas suelen emplearse como un miniperíodo de tiempo en el que el interlocutor suele pensar la respuesta. En otros tiempos,-las muletillas pasan de moda-, se utilizaban el «bueno», «digamos que», «así que», «o sea», «sabes»…
Utilizar muletillas en el lenguaje suele tener parte de justificación en el lenguaje coloquial: «¿Que pasa, tío? ¡Vámonos al cine!.- ¡Claro que sí, tío! ¿qué película ponen, tío?… aunque el abuso acaba por desesperar al que presencia la escena. Pero es pasable. En cambio, si nos encontramos en un ambiente público -radio, televisión, actos con presencia más o menos masiva de personas- debemos evitar las muletillas. Y no digamos en la escritura. Tengamos especial cuidado en evitar este abuso. Nuestros escritos nos lo agradecerán y los lectores, no digamos.
¿O no?
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