El Turco
Ayer se aprobó en el Congreso de los diputados el acuerdo entre los gobiernos vasco y español respecto del cupo vasco.
Ciudadanos, por medio de Albert Rivera, se opuso al mismo y tuvo que escuchar cómo el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, le atacaba apelando a que, con la que está cayendo con lo de Cataluña, no es el momento ahora de abrir nuevos frentes en los que «enfarragarse» más.
Asimismo, las declaraciones del de Ciudadanos – “darle dinero a quien debería aportar, eso es el cuponazo” o “Ustedes se pasan a los expertos por el arco del triunfo porque los expertos se creen ustedes. O los listos, mejor que expertos. Son expertos en el pasteleo, en la desigualdad, en pactar con nacionalistas y abandonar al resto de españoles, expertos en la triquiñuela y en el dónde está la bolita” – tuvieron contestación no sólo del Partido Popular sino también del resto de grupos de la Cámara, que le dedicaron toda suerte de descalificativos: “Hipócrita, irresponsable, populista, mentiroso, fariseo, oportunista…”
Ahora bien, observado desde fuera por alguien que, como yo, ni tiene preparación política ni la desea (visto lo visto); lo que no me llega a quedar muy claro es el por qué de tanto ataque a la postura de Rivera.
Está demostrado que el País Vasco ha apoyado al Gobierno para aprobar los presupuestos generales.
Está demostrado que el País Vasco ahora ingresará unos 200 millones de euros menos de lo que antes ingresaba en las arcas del Estado Español.
Lo que no está demostrado es que esto haya sido una especie de soborno o chantaje, o que el Gobierno haya renunciado a unas exigencias económicas que perjudican a toda la nación para poder sacar adelante sus presupuestos.
Sin embargo, “dos más dos son cuatro”, así que cada uno saque sus propias conclusiones.
Yo ya tengo la mía.
Hagan juego.
Agregar comentario