¡ADOPTA A UN MAESTRO, VALIENTE, GÁNATE EL CIELO!

Pedro Hermosilla

Te habrás ganado el cielo, amigo. No te parará de hablar a todas horas de que si Fulanito no hace los deberes o de que si Menganito si trabajase más sería un crack; a cambio te llevará a los niños al cole y te los devolverá a casa haciendo una fila. Te pedirá las programaciones de las cenas y comidas con sus objetivos, contenidos, criterios y estándares de aprendizaje; a cambio te contará las proteínas e hidrocarburos de cada una de ellas y hará una media semanal para comprobar si la dieta es equilibrada  o no. Te exigirá que los niños levanten la mano y pidan permiso para ir al váter; a cambio racionará de manera eficiente el papel higiénico para que los gastos no se suban por las paredes como Spiderman y proteger el medio ambiente. Repasará las cuentas de la casa y las mandará repetir si ve algún error; a cambio te pondrá un positivo si estas han sido calculadas sin errores. De vez en cuando, no, casi siempre, se quejará del ministro, del consejero, del alcalde, del inspector, de las leyes venidas y por venir; a cambio te hará de psicólogo, de enfermero, de payaso, de mula de carga, de basurero, de canguro, de mediador, de dietista, de Calamardo y de Bob Esponja.

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Piénsatelo.

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