Nueva victoria en Mestalla y una gran sensación en el cuerpo tras el 3-0 ante el Leganés. Seguimos segundos. Todo ha sido perfecto…
… ¿o no?
Llamadme «masoquista», pero con el fútbol me pasa lo mismo que con las noticias.
Me explico: resulta que tengo la curiosa manía de ver los telediarios y los programas de televisión que no son afines a mi corriente ideológica. Mi mujer está harta de preguntarme por qué y yo siempre le contesto que no necesito escuchar a gente que piensa como yo sino a aquellos que opinan distinto, así tengo criterio para criticarlos y, llegado el punto, incluso comprenderlos y reconocer los errores en mis propios planteamientos.
Bueno, a lo que iba, pues que ha sido llegar a casa y me he puesto el partido de esta tarde para disfrutarlo desde la comodidad de mi sofá. Cómo no, mi realidad no tenía nada que ver con la que han visto los comentaristas (estos también piensan distinto a mí) del choque.
Me explico otra vez: Vale que el Lega ha jugado, pero, por lo visto, desde el primer momento ha sido muy superior al Valencia y ha salido a por el partido. Consecuencia de todo ello: el 1-0 de Parejo (ZAS, en toa la boca). Tras el mazazo del gol, el equipo madrileño no se ha venido abajo y ha seguido apretando contra las cuerdas a su rival. Consecuencia de todo ello: El equipo «blanc-i-negre» tenía la posesión de la pelota (ZAS, en toa la boca). Debido a tener tanto tiempo el balón en los pies, los comentaristas televisivos echaban de menos el juego a la contra que tanto le gusta emplear a Marcelino. Consecuencia de todo ello: jugada de contraataque de Pereira, centro a Rodrigo y cabezazo de éste al fondo de la red. 2-0. (ZAS, en toa la boca)… En fin, podría seguir con las puyitas de si Mourinho quiere llevarse a Pereira este invierno de vuelta al United, de si Rodrigo no valía un duro hasta hace dos días…, lo normal; pero prefiero quedarme con un detalle que me he perdido en el campo y que, por lo menos esto sí, en la tele se ha visto de maravilla y sin distorsiones.
Me refiero al penalti sobre Santi Mina y el momento en el que el delantero ha ido a Parejo a pedirle que le dejara tirarlo. Dani no lo ha dudado ni un instante y le ha dicho que sí, que claro (me pregunto qué habrían dicho estrellas del calibre de Neymar o Ronaldo), y el gallego le ha dado un sincero beso de agradecimiento a su Capitán por el detalle.
Por encima de todo, ese momento ha sido, para mí, el mejor resumen del encuentro. El equipo es una piña y nadie quiere ser más que nadie.
Bravo, Parejo.
Bravo, Capitán.
Bravo, Valencia.
PD: ¡Se me olvidaba! ¡Gol de Mina, 3-0, y otro ZAS en toa la boca!
Fdo. Un valencianista desinteresado.
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