EL ARTE DE ESCRIBIR
Aparte de los casos de repetición legítima, estudiados en la entrada anterior, veamos ahora algunas reglas prácticas para evitar las repeticiones innecesarias y malsonantes.
1ª Pónganse en orden las ideas antes de escribir. Muchas repeticiones se deben a incoherencia en la ordenación, en la disposición previa.
2ª Evítense los detalles insignificantes, causa del estilo difuso, poco preciso. La prolijidad en la forma se debe, en más de una ocasión, a la pobreza de fondo. Cuando no se tiene nada que decir, se habla –o se escribe- más delo necesario.
3ª Obsérvese el matiz. Cuando no se conoce bien un idioma, no se sabe matizar, es decir, distinguir, apreciar, valorar: dar, en suma, con palabra adecuada.
4. Para evitar la repetición de una palabra, pueden seguirse los procedimientos siguientes:
a) Suprimir el vocablo.
b) Reemplazarlo, sin dar otro giro a la frase.
c) Variar lo escrito, dando otro giro a la frase.
De estos tres procedimientos señalados en la regla 4ª merece especial atención el que se refiere aEEla sustitución de un vocablo por otro.
El sistema seguido en estos casos es el de acudir a los sinónimos. Si tema muy «socorrido», sobre todo si se tiene a mano un Diccionario ideológico, tal el de Casares, Pero el problema no es tan fácil como parece a primera vista. En verdad, como dice Albalat en su «Art d’écrire », se puede afirmar de un modo absoluto que no hay sinónimos. Pereza, ociosidad, indolencia y holgazanería tienen un sentido diferente; inquieta, alarma, perturbación y agitación, no expresan las mismas ideas
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