Pedro Hermosilla
Las nuevas tecnologías y las aplicaciones digitales son un avance educativo, pero no dejan de ser un complemento más, y como tal hay que tomarlo.
Cierto es que los niños se ven más motivados a interactuar con medios que conocen y manejan- bastante mejor que nosotros- desde muy tempranas edades. Y que a su vez, ofrecen alternativas y posibilidades didácticas al alcance de muy pocos hace unos cuantos años. Pero aplicarlo como único recurso es cerrar la puerta a otros muchos recursos que se encuentran fuera de tabletas, ordenadores y teléfonos.
En un estudio reciente (Patricia A. Alexander y Lauren M. Singer, doctoras especializadas en psicología del aprendizaje en la Universidad de Maryland) se llevaron a cabo tres estudios para medir la eficacia lectora en formato digital en contraposición al formato tradicional de papel, siendo estas las conclusiones a las que llegaron:
– La mayoría de los estudiantes prefirió leer online.
– Leyeron significativamente más rápido online que en papel.
– Los estudiantes consideraron que su comprensión lectora fue mejor online que en papel.
– El medio no tuvo repercusión en las preguntas generales (como para entender la idea principal del texto).
– Pero a la hora de responder preguntas específicas, la comprensión lectora fue significativamente mejor cuando los participantes leyeron textos escritos.
Resumiendo, y para entendernos todos: un vistazo general y una información superficial es el objetivo a seguir cuando utilizamos las nuevas tecnologías a la hora de trabajar una información textual. Pero; sin embargo, cuando necesitamos reflexión y profundización, nada mejor que el papel.
Los libros todavía tienen un sentido…además de ese olor…
Agregar comentario