EL ARTE DE ESCRIBIR
CARTAS COMERCIALES
En las cartas de negocios es imperativa la corrección, la brevedad y la concisión expositiva.
En la correspondencia comercial no se deben derrochar palabras, ya que el objetivo fundamental de esta correspondencia es informar de un negocio al destinatario. Requisitos fundamentales – a más de los enunciados- son la exactitud y la claridad. No conviene extenderse más de lo necesario ni emplear 40 palabras donde son suficientes 30.
Claro está que una carta de negocios no debe confundirse con un telegrama. El excesivo laconismo puede resultar incorrecto y, por tanto, ineficaz desde el punto de vista comercial. Y es que la eficacia no puede ni debe estar reñida con la elegancia, con la buena forma. Por algo hoy en las grandes empresas se utilizan los servicios de ‘especialistas, es decir, de buenos redactores, para la mayor corrección literaria en la
correspondencia y circulares de las susodichas empresas.
Los hombres de empresa afirman que una buena carta comercial influye en la marcha del negocio. Se sabe de una importante industria americana que distribuyó una circular en estilo seco y frío y no consiguió más que el 2 por 100 de respuestas. La misma carta, con igual contenido, pero redactada con más amabilidad, consiguió el 28 por 100 de respuestas favorables.
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