EL ARTE DE ESCRIBIR
Signos de interrogación y admiración.
Damos por sabido lo que a estos signos o puntos se refiere. Anotemos, sin embargo, que estos signos, aunque sirvan de punto final, no excluyen el uso de los demás signos de puntuación.
EJEMPLOS:
¿Desde cuándo le conoces?, preguntóle Pedro.
¡Por favor, señor!, exclamó la muchacha.
Ahora bien, ocurre a veces -aunque muy raramente-es que ciertas cláusulas son interrogativas y admirativas a la vez. En estos casos, se colocará al principio el signo de interrogación y al final el de admiración -o viceversa-, según el tono de la cláusula. He aquí dos ejemplos tomados de a
Gramática de la Academia:
¡Qué esté negado al hombre saber cuándo será la hora de su
muerte?
¿Qué persecución es ésta, Dios mío!
En este último ejemplo, puede evitarse la dificultad, escribiendo: “¡Dios
mío! ¿Qué persecución es ésta?»
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