Pedro Hermosilla
Ahora todo son felicitaciones y orgullo. Hace apenas un año, que si estaba viejo, que si estaba acabado, que si no estaba motivado porque ya era muy rico que si Djokovich, que si Murray, que si Wawrinka…
Este chaval -apenas tiene 30 años- nos ha dado a todos una lección de los que es el trabajo callado y costoso en pos de un objetivo: volver a lo más alto contra todo y contra todos.
Nos viene de perlas a los educadores como ejemplo de superación y como, por mucho que todo se ponga en nuestra contra, se puede salir hacia adelante y conseguir lo que uno se propone si le pone, ilusión, trabajo y esfuerzo.
Un año entero le ha costado. Un año…lo que dura un curso escolar. ¿A cuántos Nadales seremos capaces de convencer de salir de la derrota, de la desgana y de la desilusión de cursos anteriores desastrosos y hacerlos números uno?
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