MENOS POSTUREO EN LA ESCUELA

Mía Teresa

-¡Otra reunión, no es posible!

Reunión de ciclo, reunión de nivel, reunión de departamento, reunión de compensatoria, reunión de disciplina… Una detrás de otra. Hay que dejar constancia. ¡Que conste en acta! Informes. Memorias. Papeles, papeles… y más papeles.

Pues yo digo no.

Nos estamos equivocando.

Menos reuniones para cubrir el expediente y más trabajo en el aula.

Un día entré en una farmacia. Venía de hacer una guardia de patio en la que el bullicio, las carreras, los saltos, las persecuciones y el nivel de decibelios superaba lo humanamente soportable; y dije: “¡Qué paz!”

La farmacéutica me miró y contestó: “yo no sé cómo conseguís que los alumnos os respeten y os escuchen en clase”.

Nunca me lo había planteado, pero le respondí inmediatamente: “Lo consigues cuando te quieren”.

Creo que no me equivoqué en la respuesta.

Llega un momento en que en el que los alumnos perciben que tú también los quieres a ellos y que lo que estás haciendo, lo haces con amor. Llegados a este punto es imposible que un niño pueda hacer algo que te pueda doler.

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Porque te respeta.

Porque te quiere.

Hay que focalizar la enseñanza en ellos, nuestros niños.

Hay que dedicarles la mayor parte de nuestro tiempo.

Con amor.

Desde el corazón.

Con tu ejemplo.

Ama-saluda, ama-explica, ama-escucha, ama-enseña, ama-sonríe, ama-atiende, ama-entiende…, en definitiva: ¡AMA-SIENTE!

Así que… menos reuniones, menos informes,  menos papeles, y a lo que tenemos que estar.

¡Menos postureo!

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