El Jamelgo
¿Cómo le explicamos a un niño lo ocurrido en Barcelona? ¿Cómo le explicamos por qué llora el tito Manuel o Lola, la vecina,en los minutos de silencio al que le llevamos? ¿Cómo le explicamos que una semana antes él estaba paseando por las Ramblas y una escoria miserable podría haber ido a atropellarlo por ser “infiel”?
Difícil, muy difícil tarea. La calle de en medio, la postura fácil, es vociferar que son todos unos hij…de la gran put..y que habría que machacarlos a todos y echarlos de España. Pero eso, además de ser falso e injusto, no le supone absolutamente ningún beneficio al niño.
Lo primero que hay que procurar es ponerle las bases para que ningún fanatismo se apodere de él y le convenza de que morir por tal o cual Dios o tal cual política merece la pena. No, su vida es única, maravillosa e intransferible y tiene que aprender a amarla sobre toda idea. Hay que enseñarles a no dar nada por creído , a analizar las cosas, a darse cuenta de las triquiñuelas de los charlatanes que van a intentar aprovecharse de él y lavarle el cerebro desde muy joven (otro día hablaremos de escuelas y televisiones). Que muy pocos quieren en realidad su salvación o su bienestar, que eso depende básicamente de uno mismo, de su sistema de valores y de su actitud ante la vida; de su capacidad de amar y ser amado, y de su propósito de respetar, pero también de hacerse respetar por los demás. Todos esos trileros del lenguaje mayormente buscan su cartera o su voluntad. Crítico sí, hay que hacerlos críticos, es la única manera de que no los capten los buitres carroñeros.
Para eso hay que convencerlos (no vencerlos) de que formarse académica y culturalmente es la única arma efectiva (aunque no definitiva); que hay que saber buscarse una vida digna y cómoda, que la miseria y baja preparación son caldos de cultivo para convertirte en un asesino descerebrado.
También hay que proponerse que sean buena gente, pero no gente tonta. Tú puedes invitar a tus amigos a merendar y a jugar a la play, a la wii (o a lo que sea) en casa. Incluso puedes respetar que uno o dos de ellos no quieran jugar contigo y prefieran ver la tele, perfecto. Pero si esos dos además de ver la tele intentan romperte la wii, o la tablet (o lo que sea) con lo que estás disfrutando con el resto de tus amigos. No tienes porqué aguantarlo: eso es precisamente lo que te hace pasar de bueno a tonto, de amigo y solidario a gilipuertas empedernido. Hay que respetar, ayudar, solidarizarse…peor también tienes que aprender a hacer respetar tus valores y nunca permitir que los agredan.
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