El equipo de Stamford Bridge ganó al West Bromwitch Albion para certificar su hegemonía la competición inglesa
IT.- El Chelsea no dejó pasar la primera ocasión que le presentó la Premier para adueñarse de ella después de una temporada en la que mostró gran regularidad, candidato desde el inicio a una competición que jamás soltó, ni tan siquiera cuando sintió el aliento del Tottenham. Fue Batshuayi, un héroe inesperado, el que dio la victoria a su equipo en The Hawthorns (0-1), ante un West Brom castigado en el momento en el que mejor fútbol había desplegado.
Tenía prisa por conquistar el título el Chelsea, voluntarioso y previsible, dos adjetivos a los que les costó conjugarse durante un primer tiempo en el que los londinenses llevaron el peso y las ocasiones, descuidado sin embargo del acierto final. Con Fàbregas como iniciador y surtidor, el equipo se aposentó progresivamente en el terreno del West Brom, más pendiente de evitar que de crear. No hay en Inglaterra otro estilo tan rudimentario -a la vez que efectivo- como el de Tony Pulis, a quien le bastó con un centro a los veinte segundos para que Rondón, de cabeza, avisara a Courtois, que desvió a córner.
Fue un espejismo, puesto que el Chelsea se apoderó del balón a la espera de un desmarque o un espacio que le permitiera desequilibrar el choque. No lo consiguió, ni por fuera ni por dentro, frenado siempre por un rival sólido que reaccionó en toda ocasión a la propuesta de los visitantes. Persistente en los metros finales, el conjunto de Antonio Conte descuidó su espalda y de ello se aprovechó el West Brom, cuyos acercamientos se iniciaron siempre con una rápida transición.
Algo lento cuando llegó al balcón del área rival, el Chelsea disfrutó de sus mejores ocasiones a través de Pedro y de Cesc, especialmente atrevidos frente al hermetismo. Intentarlo desde fuera, pues, se convirtió en la mejor de las soluciones para los de Stamford Bridge, que tras el intermedio asediaron a los ‘baggies’ con disparos lejanos siempre resueltos por Foster, la pesadilla de un Conte que se desesperaba cada vez que el reloj sumaba otro minuto al electrónico.
No le iba mal a los locales ese ritmo un tanto perezoso, satisfechos con un empate provisional que propició que su hinchada celebrase hasta un saque de banda a favor. Enloqueció, en cambio, cuando el West Brom retomó la iniciativa con dos ocasiones prácticamente seguidas que podrían haber cambiado el guión del partido. Primero Rondón; después, Chadli, aunque la retaguardia y la ineficacia rescataron al Chelsea.
Dos cambios para ganar el cetro
No le gustaba a Conte el color que estaba tomando el escenario y sustituyó tanto a Hazard como a Pedro, dos de sus grandes bazas ofensivas. Le costó comparecer al belga, mientras que el canario estuvo demasiado impreciso. La decisión, contra todo pronóstico, entregó en bandeja el trofeo al Chelsea, gracias a la inspiración de Batshuayi, nuevamente un suplente que quedará en la retina de sus aficionados por haber anotado el tanto que les permitió celebrar la sexta liga de su historia. La segunda en tres años. Lo mereció Antonio Conte, sastre de un equipo que vuelve al pedestal más alto posible.
Datos del partido.-
West Bromwitch Albion: Foster; Dawson, McAuley (Wilson, 63’), Evans, Nyom; Fletcher, Livermore, Field (Yacob, 50’), McClean (Chadli, 58’), Brunt; Rondón
Chelsea: Courtois; David Luiz, Cahill, Azpilicueta; Moses (Zouma, 84’), Matic, Fàbregas, Marcos Alonso; Pedro (Batshuayi, 74’), Hazard (Willian, 74’), Diego Costa.
Goles: 0-1, Batshuayi (82’)
Árbitro: Michael Oliver. Amonestó a McClean (19’), Field (35’), Wilson (70’)
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