Bioparc Valencia celebra este fin de semana nueve años de amor por la naturaleza salvaje

Sábado y domingo celebrarán actividades especiales como charlas sobre distintas especies, sorpresas para los animales, gymkhanas, pintacaras o la degustación de la tarta de aniversario

Fue el 29 de febrero de 2008 cuando el parque de animales abrió sus puertas en Valencia por primera vez. Desde aquel día, han pasado ya nueve años y en este periodo de tiempo, Bioparc Valencia ha logrado posicionarse como uno de los mejores parques de animales del mundo.

Ahora son más de 4,5 millones de personas ya lo han visitado y han podido adentrarse en un viaje en «cuerpo y alma» a la bella África. El público ha sido testigo de la evolución del parque, las mejoras que se han hecho cada año de cara a aumentar el bienestar de los animales y ofrecer una experiencia cada vez más atractiva al visitante. Pero hay una cosa que no ha cambiado y ha sido su alma. Todos esstos años, Bioparc ha sido “ocio con causa” y esto se debe a que contribuye diariamente en la protección de la biodiversidad.

Como colofón de la celebración de estos 9 años de amor por la naturaleza, este fin de semana se realizarán en el parque múltiples actividades «con causa» que completarán la visita. Desde las 10 de la mañana y hasta las 6 de la tarde todos los visitantes podrán observar la reacción de los animales con las sorpresas que les han preparado sus cuidadores, participar en gimkhanas y conseguir premios, aprender en las charlas sobre animales, hacerse «una foto divertida», contemplar el «documental en directo» que ofrece las exhibiciones educativas, disfrazarse de su animal favorito en el pintacaras y, por supuesto, degustar la tarta de cumpleaños.

Por supuesto estos días son una magnífica oportunidad para conocer a los “más pequeños”. Kenia, la cría de jirafa, que ha cumplido tres meses, el pequeño oricteropo que ya está a la vista del público cuando tiene un mes de vida, la bebé gorila Virunga que hace pocos días cumplía seis meses, el cachorro de leopardo, la hiena o el bongo, animales que representan «la esperanza» para su especie y nos recuerdan nuestro papel fundamental en la conservación del planeta.