«Optamos por trascender el formato de un único cartel como propuesta inicial del proyecto, ya que nos limitaba mucho la hora de comunicar ese variedad de sensaciones que da sentido y forma a nuestra fiesta»
La Junta Central Fallera (JCF) se ha decidido por una propuesta donde los cinco sentidos fueran el hilo conductor de la narración visual donde el imaginario festivo fuera el protagonista, de cara a elaborar el cartel oficial.
«Y así como las Fallas son una festividad que estimula todos nuestros sentidos, nosotros hemos querido representar cada una de las facetas de la festividad enmarcándolas en un ambiente popular e inclusivo, incidiendo en aquellas cualidades y aspectos culturales que nos definen como pueblo: la gastronomía, la música, la artesanía, el calor humano y la proximidad compartida».
De esta forma y según informa en su sitio web la propia JCF, serán 5 los carteles oficiales de estas primeras Fallas Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. A saber:
Tacto
«Esta festividad no tendría sentido sin el trabajo duro que rodea el monumento fallero. Este esfuerzo manual, que implica el trabajo de todo un año, se ve reflejado en una obra que desprende artesanía y creatividad. La escena de una «plantà al tombe», es una de las mejores muestras de lo cual, una especial coreografía en la que la fuerza manual y las últimas pinceladas de color acaban de ponerlo todo a punto para ser exhibido con orgullo durante todos los días de la fiesta. Por ello, era para nosotros ineludible representar esta muestra de acción col • lectiva que marca el inicio de las Fallas».
Oído
«Si hay algo que caracteriza Valencia es su gran tradición musical, la cual está presente durante toda la actividad fallera. Esta pasión por la música resulta admirable, especialmente cuando los protagonistas de estas melodías es la misma gente del barrio, los que las practican con pasión durante todo el año en las muchas escuelas de música que hay en nuestra ciudad, y que durante estos días nos dan lo mejor de sí mismos para llenar nuestras calles y plazas de alegría al ritmo del cancionero popular.
Por otra parte, el potente sonido de la pirotecnia hace que este sentido traspase todas las barreras sensoriales y termine retumbando en nuestro pecho.
La «despertà» es la máxima expresión de este sentido, dentro de la que convive el sonido ensordecedor de los petardos con las bien ordenadas y acompasadas melodías musicales».
Gusto
«Reivindicando uno de los sabores típicos valencianos en las Fallas, hemos representado una buñolería tradicional como protagonista, enmarcada en un ambiente festivo, en el que se pone en valor la gastronomía local frente a las grandes cadenas de comida rápida. Aprovechando, además, la representación gráfica del entorno para poner en valor la singularidad de la arquitectura valenciana y de la amplia muestra de fachadas tradicionales que hay en nuestra ciudad. Si nos fijamos más detenidamente en esta imagen, podremos apreciar la utilización de un típico diseño de mosaico Nolla, reivindicando la obra de Miquel Nolla Bruget, fundador de la fábrica valenciana de Mosaicos Nolla, uno de nuestros referentes favoritos en cuanto al diseño local, de fama internacional».
Olfato
«Uno de los sentidos que más se agudizan en estas fiestas es el olfato il’Ofrenaés su máximo exponente. El olor de las flores va despertando nuestros nervios olfativos a medida que nos vamos acercando a la plaza de la Virgen en lo que es considerado por muchos valencianos, creyentes o no, uno de los momentos más emotivos de la fiesta fallera .
Otro de los eventos festivos para nosotros más emocionante es la hora de la «mascletà», donde, además del espectáculo auditivo, nos fascina una de los olores más características en estas fiestas como es la de la pólvora, que impregna nuestras plazas tras una buena «mascletà», un aroma que casi podría catalogarse de adictiva».
Vista
«La vista tiene un papel fundamental en la festividad de las Fallas, empezando por el intenso colorido de los monumentos falleros, pasando por los castillos de la Noche del Fuego y terminando con el gran protagonista de nuestra fiesta: el fuego. Ejes tonos y esas formas tan hipnotizantes que captan toda nuestra atención en ese momento cumbre de la fiesta que es la «cremà».
Ese fuego que nos seduce, invitándonos a quedarnos hasta que termine su labor más importante: cerrar un capítulo más y dar paso a las Fallas del año siguiente con renovadas il • alusiones, para continuar transmitiendo a las nuevas generaciones nuestra pasión por las Fallas.»
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