Dos torpedos del almirante Voro hunden al submarino de Escribá
MH.- Ni en Portugal, ni en Inglaterra, ni en Guipuzcoa, ni en Italia. Estaba aquí, en casa, metido en el equipo y conocedor de todos los males que el pésimamente aconsejado y caprichoso Lim importó desde su despacho de Singapur. Voro es sin duda el artífice de este Valencia compacto, sin fisuras, asfixiante y con un hambre de triunfos hasta ahora desconocida.
Un Valencia con capacidad de sufrimiento, con apoyos constantes, que corre, corre mucho, y que cree. Y refrendó las buenas sensaciones de hace una semana ante el Espanyol en Mestalla compitiendo al máximo nivel, repitiendo planteamiento táctico en el estadio villarrealense, en el que rompió al equipo de Escribá, y lo remató con dos torpedos que destrozaron toda La Cerámica.
Parejó avisó de las intenciones blanquinegras en el primer minuto, con un lanzamiento de libre directo ajustado al palo que obligó a Asenjo a esforzarse para interceptar el disparo del madrileño. Trigueros, el mejor amarillo y el hombre por el que pasa todo el juego del Villarreal, respondió con otro disparo desde lejos que Alves no tuvo problemas para detener. Más tarde, en una genialidad de Nani, Munir desperdició la primera gran ocasión del Valencia al disparar al lateral de la red cuando estaba solo ante Asenjo. Poco después, Pato disparó con intención tras una pérdida de Cancelo.
El conjunto local porfiaba por llevar la manija del choque, con Bruno y Trigueros cargando con todo el peso del juego de su equipo, pero el Valencia era férreo y contundente atrás. Con apenas unos metros de distancia entre las dos líneas de contención, al Villarreal se le apagaban las luces una y otra vez y Enzo, Soler y Parejo robaban casi siempre Porque este Valencia de Voro, además de orden, corre y mucho. Presión en campo contrario a la salida del balón que obligaba a balonazos largos que terminaban en los dominios de Garay y Mangala o Alves.
Y a los 34 minutos, una pérdida de Dos Santos provocaba una salida por la izquierda de Nani que se deshizo de Mario para servir un balón al que llegó Soler anticipándose a Bruno y cruzando a las mallas el primero del Valencia. Y a partir de ahí, solo hubo ya un equipo sobre el césped. Porque el propio Soler, pedazo de jugador, volvía a percutir en jugada individual, dejando atrás a Trigueros y Dos Santos y cediendo para Munir que remataba, desviando Víctor Ruiz. Sólo le quedó una ocasión al cuadro castellonense hasta el descanso, con Mangala anticipándose a un disparo de cerca de Trigueros.
Y fruto de esa espíritu de lucha que ahora muestran los hombres de Voro llegó el segundo. Un balón que, ante la presión valencianista, Víctor Ruiz se ve obligado a ceder a Asenjo, el portero quiso driblar a Santi Mina pero falló y el gallego remachaba a la red. Todo pintaba bien para el Valencia que había merecido la diferencia.
Segundo tiempo con dos partes
La segunda mitad comenzó con dominio y gusto por el fútbol del equipo de Voro. Fueron 15 minutos espectaculares con juego de salón. Pudo llegar el 0-3 pero hubo exceso de confianza. Ocasiones para Santi Mina, Soler y Nani que pudieron sentenciar. No ocurrió y el Villarreal se fue a por el partido, con 15 minutos de mucho acoso.
Se notó entonces el desgaste físico en los de Mestalla y Pato pudo marcar lanzando al poste, rechace que empalmó Trigueros pero desvió Alves.. También Samu Castillejo tuvo su oportunidad pero se adelantó a su acción un gran Eliaquim Mangala, extraordinario toda la noche. Y además debutó Simone Zaza. No estuvo excesivamente fino pero dejó buenas sensaciones. Tuvo incluso una oportunidad pero disparó fuera.
El Villarreal abandonó todo formulismo táctico y atacó a la desesperada. Trigueros, siempre Trigueros, intentaba una y otra vez asistir a Pato y a Samu Castillejo pero Garay, Mangala y Alves en última instancia, desbarataron todas las intentonas amarillas.
Al final, una victoria muy merecida pero sobre todo, ilusionante. Voro a trasfundido a un equipo que otros se encargaron de destrozar. Ha puesto en valor a jugadores que andaban sonámbulos por el césped. El equipo tiene una disciplina táctica inalterable y sobre todo, confianza, esa que tanto reclamó el entrenador después de El Sadar. Garay, Mangala, Gayá, Enzo, Parejo o Santi Mina vuelven al nivel que se les cabe exigir por su cartel. Y Carlos Soler. El canterano, todo soltura y desparpajo, no solo maneja al equipo como quiere sino que además demuestra que tiene gol. Mestalla ya tiene un líder. Y tras el espectáculo en el antiguo Madrigal, hay permiso para volver a soñar.
Datos del partido.-
Villarreal CF: Asenjo, Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Jaume Costa, Jonathan dos Santos (Santos Borre, m. 83), Trigueros, Bruno, Roberto Soriano (Samu Castillejo, m. 61), Pato y Sansone.
Valencia CF: Diego Alves, Cancelo, Garay, Mangala, Gayà, Enzo Pérez, Parejo, Carlos Soler (Mario Suárez, m. 78), Munir (Montoya, m. 87), Nani y Santi Mina (Zaza, m. 81).
Goles: 0-1: M. 35: Carlos Soler. 0-2. M. 42: Santi Mina.
Árbitro: González González (comité castellano leonés). Amonestó a Víctor Ruiz y Jaume Costa del Villarreal, y a Enzo Pérez, Garay del Valencia CF.
Partido de la decimonovena jornada de Liga, disputado en el Estadio de la Cerámica Presencia de casi un millar de seguidores del Valencia CF en las gradas que no dejaron de animar a su equipo durante todo el choque y de celebrar el gran triunfo de los suyos en el derbi, himno regional incluído.
Agregar comentario