El animal sufrió golpes en la cabeza que le causaron daños irreversibles en el cerebro. Tuvo que ser sacrificado
Los llantos y aullidos desde dentro de un contenedor no pasaron desapercibido para un vecino de la localidad de Xeraco que encontró a un Yorkshire de avanzada edad con claros síntomas de maltrato animal.
Llevaba el morro atado, los ojos tapados y una brecha en la cabeza. Los daños eran tales que los especialistas en medicina canina tuvieron que sacrificarlo debido al dolor que le provocaban las secuelas de los golpes.
El concejal de Protección Animal del Ayuntamiento de Xeraco, Iván de los Ángeles, han asegurado que llevarán estos hechos «donde haga falta para que este delito no quede impune» y ha agregado que usarán «todas las herramientas legales a nuestro alcance para tal fin».
«Un caso como este, en que se mezcla la tortura con la sangre fría de dejar morir lentamente a un animal, no tiene precedentes en nuestro pueblo, que se encuentra conmocionado por la noticia», ha concluido.
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