Lilith y el encuentro con la Sombra

Se había fugado del Paraíso para evitar someterse a la superioridad de Adán

Adela Ferrer / ASTRÓLOGA

El lugar del cielo donde se produce el apogeo de la Luna, el lugar en el que ésta se halla más lejos de la Tierra y, por lo tanto, su movimiento es más lento; a ese punto se le denomina Lilith o “luna negra”, y el signo zodiacal en el que se halla nos da una pista acerca de qué tipo de elemento es el más afín con nuestra naturaleza esencial.

Lilith, una mítica compañera de Adán, previa a la creación de Eva, se había fugado del Paraíso para evitar someterse a la superioridad de Adán. Representa la insumisión, la rebeldía, la transgresión de las normas patriarcales, la que asume la fuerza del deseo y lo lleva a sus últimas consecuencias

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El recuerdo de Lilith se convirtió en la esencia del pecado, del orgullo y la subversión, así se transforma en figura demoníaca para el zohar y la tradición judaica, en reina de brujería para la Iglesia, la esencia dela mujer mala, maldita y amenaza para el mundo.

Desde el punto de vista psicológico, Lilith representa el deseo insaciable y negado, la Sombra.

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