Don Quijote y el Balón de Oro

Pedro H. Pineda

Querido amigo: Aquí me tienes con mi pluma en ristre, cual Quijote que buscara, entre sus molinos de viento, a aquellos gigantes que vencer y derribar con su lanza bien templada en fraguas de La Mancha.

Voy buscando noticias que comentar, como Alonso Quijano gigantes que derrotar, pero, ¡ay de mí!, triste caballero de mi teclado, entre tantos molinos, digo sucesos, no sé a cuál hincarle el diente. Cualquiera de ellos me proporcionaría tamaña aventura digna de figurar en los anales del Reino de Micomicón. Ante tal desafío, me encomiendo a los Cielos y atacaré sin piedad al primero que se me plante ante mi fiel Rocinante…

Y pasó por allí, de vueltas de las Europas, un erguido y vociferante caballero, que portaba entre sus pertenencias una rutilante bota de oro. Quedéme perplejo ante tal desatino porque no dejaba de sorprenderme la inutilidad de una sola bota, a no ser que aquel caballero fuera cojo y no hubiera menester más que una. Así que ni corto ni perezoso, solicité información del mismo, mientras le apuntaba con el filo de mi lanza:

-¿Oiga usted, caballero rutilante? -le dije esto por el brillo cegador de sus cabellos, que debían estar impregnados del mejor aceite del sur- ¿Para qué quiere una sola bota, aunque sea de oro?, porque veo que vuesa merced no es cojo…

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– No me ofenda, caballero de la triste figura. ¡Y deje de apuntarme con su lanza! Yo soy Ronaldo, y ya tengo, con ésta, cuatro botas de oro. Y no son para calzarlas, sino trofeos conseguidos en buena lid en los campos de fútbol, que no de batalla.

– ¿Roland? ¿El de Roncesvalles? ¿No será el que ganó el Festival de Eurovisión en la Edad Media? Sí, hombre, el de la Chansón de Roland… ¿Ah, que no? ¡Ah, que me ha dicho Ronaldo! Bien, bien. Y vuesa merced ¿a qué industria o mercadería se dedica para atesorar tanto dinero? ¿Al fútbol? ¿Eso es una justa a espada o a lanza? ¿Un baloooooón? ¿Que le dan patadas a un balón para colarlo entre tres palos? ¿Qué los jugadores van en paños menores? ¿Y que la gente paga muchos maravedíes por semejante tontada? Bueno, bueno, vuesa merced habrá ganado muchas botas de esas, pero creo que el mundo está más loco que yo.

Tan loco estoy, que en esta pesadilla quijotesca actual he confundido una bota con un balón. Y es que al tal Ronaldo le han concedido un balón de oro en lugar de una bota del mismo metal. En definitiva, oro, metal precioso, símbolo de riqueza. Se ve que en este jugador se cumple a la perfección el dicho de que “el dinero llama al dinero”. Dinero, riqueza, poder, orgullo… Mal andamos en esta sociedad si encumbramos a las personas que ganan el dinero a espuertas y nadie se rasga las vestiduras. Si ciertas personas son “muy listas”, si evaden miles de millones a paraísos fiscales. Si piensan que “con su dinero” pueden hacer lo que quieran, sin pararse a pensar que ese dinero lo han conseguido gracias a los muchos que han pagado una entrada, comprado una camiseta, o se ha dejado influir por los anuncios publicitarios del “figura”.

Termino “mis reflexiones cervantinas” con este consejo de Don Quijote a Sancho:
“Lo que puedo dar os doy, que es una ínsula hecha y derecha, redonda y bien proporcionada, y sobremanera fértil y abundosa, donde si vos os sabéis dar maña, podéis con las riquezas de la tierra granjear las del cielo.”

¿Cuántos de estos afortunados ricachones se ganan el cielo con el uso que dan a sus riquezas?

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