Tontorrín Challenge

Pedro Hermosilla

Sólo hay una cosa más peligrosa que un idiota quieto: un idiota en movimiento; la ley de la inercia lo corrobora.

Seguro sabéis de lo que hablo: la tontería ha llegado a nuestras vidas y ha calado hasta el mismo tuétano del alma. No hay cena, sarao, evento, o acontecimiento social, público o privado, que no culmine con un “Mannequin Challenge”. El primero que vi me pareció curioso, incluso hasta divertido; el que hace ya el número tropecientos me da que pensar.

De pensar que en realidad tenemos menos personalidad que un berberecho y nuestro ingenio consiste en copiar las actitudes -que no las aptitudes- del primer brillante idiota que se convierte en viral en las redes sociales. Seguro que habéis visto a los chavales lanzar una botella de plástico a medio llenar con la emocionante y constructiva intención de hacerla caer de pie. Pues bien, esa es otra más. Casi los prefería ver cazando pokemons, estilo zombies, por calles y campos; por lo menos te permitía tomarte una cerveza tranquilo o cenarte unas tapas en alguna terraza sin tener a 10 o 20 diablillos aprendices de malabaristas dando por saco con la botellita de las narices.

El ser humano está diseñado para imitar, es cierto, la imitación de modelos exitosos consolida los logros de la especie pero, obviamente, no la hace avanzar. La clave de la evolución está en la innovación, en salirse del camino marcado por otros y de la zona de confort que tanto gusta al rebaño. Pero esos son unos pocos, los verdaderos héroes.

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Una vez aceptada que la tontuna es contagiosa y su propagación es vertiginosa e imparable gracias los medios audiovisuales actuales, mi esperanza consiste en que a algún iluminado le dé por colgar a tipos estudiando duro, investigando, leyendo, trabajando con alegría y dedicación, ayudando a los demás, saludándose educadamente, dándose abrazos…y que cale entre nuestros pipiolos. Eso sí que sería un verdadero “Cojonudin Challenge”. Pero mi gozo cayó ya hace tiempo en un pozo, soy pesimista.

Hace unos años se puso de moda una serie televisiva: “Big Bang Theory”, en la cual cuatro maravillosos frikis enredaban por la pantalla entre laboratorios e investigaciones. Pues bien, en España copiamos la parte friki pero no los doctorados e ingenierías ni las inquietudes científicas de tales personajes. No hay remedio ñores y ñoras. Menudas navidades nos esperan con los “challenges”. Pero todo es susceptible de empeorar según las leyes de Murphy. Espero con desolación los próximos “Vatering Challenge”, “Gaserin Challenge”, “Sacarselosmoquin Challenge”…y así.

La raza humana camina inexorablemente hacia su extinción sin posibilidad de enmienda por atrofia cerebral. Será un hermoso “Alcarajinmundocruel Challenge”.

@pherza71

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