Sin embargo no todos los sectores han salido bien parados después de la lluvia tan abundante
Todos esperaban la lluvía para cubrir los números rojos que había en los embalses, así ha sido, después de varios días de lluvia, se ha producido el mayor incremento de las reservas de los embalses en la Comunidad Valenciana.
El agua almacenada se ha incrementado en trece hectómetros cúbicos, que aunque ayudan a mitigar la grave situación de las cuencas del Júcar y del Segura, apenas sirven para dejar los pantanos al 21,7 por ciento de su capacidad, con 531 hectómetros cúbicos almacenados.
A pesar de las fuertes precipitaciones, no parece ser suficiente.. De hecho, los pantanos guardan 240 hectómetros cúbicos menos que la misma semana del pasado año. Respecto a la media de la última década, la reserva ha descendido en 287 hectómetros cúbicos.
De acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Medio Ambiente, la distribución de la lluvia ha sido irregular. En la provincia de Valencia (donde se concentró el grueso de la borrasca), destaca el aumento registrado en el embalse de Cortes II, que gana trece hectómetros cúbicos en una semana. Por contra, La Muela pierde doce.
Los pantanos de Contreras y Tous (los de mayor capacidad de la provincia de Valencia) aumentan sus reservas en dos y tres hectómetros cúbicos, respectivamente.
La agricultura, la gran perjudicada
La escasez de agua que han recogido los embalses en la semana más lluviosa del año en la Comunidad Valenciana contrasta con las pérdidas generadas por las precipitaciones en el sector agrícola, que organizaciones como la Unió de Llauradors i Ramaders han cifrado en el entorno de los catorce millones de euros. De acuerdo con estos cálculos, hay 8.000 hectáreas de cultivos afectadas.
Los principales problemas se dan por el exceso de humedad -pixat- en los cítricos, de acuerdo con la valorción de La Unió. Con un porcentaje de daños cifrado en el 20 por ciento de las clementinas de media estación pendientes de recolectar.
Agregar comentario