El cardenal arzobispo Antonio Cañizares ha oficiado la Misa por el eterno descanso de Rita Barberá
MH.- Mucha tristeza y dolor entre los asistentes este miércoles a la misa celebrada en la Catedral de Valencia por el eterno descanso de Rita Barberá, que ha fallecido esta mañana debido a un infarto. Tristeza, dolor y también indignación por el trato recibido por la exalcaldesa durante los últimos meses.
Dirigentes del Partido Popular, familiares y amigos de la senadora Barberá han llenado la Seo durante la misa que ha oficiado el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en medio de un respetuoso y emocionante silencio.
Entre las más de dos mil personas que asistían a la misa, en las primeras filas de asientos se encontraban las hermanas y sobrinos de la exalcaldesa, así como a cargos del PP como el expresidente de la Generalitat Francisco Camps; el exconseller y expresidente de las Corts Juan Cotino, concejales excompañeros de Rita Barberá como Alfonso Novo o Miquel Domínguez y Adolfo Suárez Illana, hijo del expresidente del Gobierno, Adolfo Suárez.
El cardenal Cañizares ha destacado de Rita Barberá que era una «gran mujer, gran política y gran cristiana» y ha lamentado su muerte «inesperada» recalcando «la fe que le animó siempre y le dio ese coraje necesario para desempeñar su vocación de servicio». El Reverendo ha manifestado también que esa determinación suya «le sirvió para saber enjuagarse las lágrimas con discreción y valentía».
Su Eminencia ha subrayado que «nadie es inmune al sufrimiento que padeció nuestra hermana». «Cuánto sufrimiento provoca la traición, el rencor, el abandono, la envidia y los celos», ha censurado. El arzobispo también ha resaltado asimismo que confía en que la muerte de la exalcaldesa de Valencia «dé sus frutos y provoque cambios urgentes en la sociedad española».
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