Antonio Gil-Terrón
El artículo que publiqué ayer(*) ha levantado bastante polvareda. No era esa mi intención, pero lo que no puedo permitir es que se fomente el confusionismo entre cristianismo y comunismo, máxime cuando quien lo hace es el propio Papa Francisco.
En la fotografía de ayer veíamos una “simpática” imagen del Papa con Fidel Castro. En la de hoy podemos ver cómo a los sanguinarios hermanos Castro no se les caían los anillos a la hora de participar activa y entusiastamente, en las ejecuciones de prisioneros.
En el resto de imágenes podemos ver a Fidel Castro junto al ex Presidente de la República Socialista de Polonia, el dictador comunista general Wojciech Jaruzelski, responsable en última instancia del secuestro, suplicio y asesinato, del cura católico Jerzy Popiełuszko; un acérrimo anticomunista, cercano al ilegal sindicato obrero Solidaridad.
En sus sermones, Jerzy Popiełuszko intercalaba la lectura de los santos evangelios con mensajes políticos que criticaban el sistema comunista, así como la falta de libertades sindicales de los obreros que mal vivían tras el tétrico Telón de Acero.
Recomendaría respetuosamente al Papa Francisco que antes de hacer manifestaciones como la que dio pie a mi escrito de ayer, leyese las homilías del cura martirizado por el Estado comunista.
Sobre el secuestro, tortura y asesinato, de Jerzy Popiełuszko, publiqué un reportaje en 2012. Quienes deseen conocerlo no tienen más que pinchar en el enlace al final de estas líneas, pero con la advertencia por mi parte de que tanto su lectura como la visión de las imágenes que allí aparecen, pueden herir la sensibilidad de más de uno. A mí me la hiere, y eso que soy el autor.
Por último tan solo decir que el elevado a los altares, Juan Pablo II, que sufrió en sus carnes como sacerdote católico la persecución de la Iglesia Católica por parte de la policía secreta del Estado comunista polaco, allá dónde ahora esté debe de estar revolviéndose tras escuchar las palabras del Papa Francisco: «SON LOS COMUNISTAS LOS QUE PIENSAN COMO LOS CRISTIANOS».
¡Ojalá fuese así, mi respetado Papa Francisco, pero desgraciadamente es todo lo contrario! A las pruebas me remito.
@elvelorasgado
(*) Papa Francisco: «Son los comunistas los que piensan cómo los cristianos
Mi querido, admirado y respetado, Papa Francisco, ¡pues va ser que no!
Jamás se me ocurriría dar lecciones de RELIGIÓN al Papa, pero ya que él, en un arranque de populismo compulsivo, me las quiere dar a mí de POLÍTICA, me voy a permitir la licencia de dárselas yo a él de CRISTIANISMO, y si alguien se siente ofendido, lo siento mucho, pero un servidor solo calla, inclina la cabeza y se arrodilla, ante Dios.
“COMUNISMO – CRISTIANISMO: EL ETERNO DESENCUENTRO, AUNQUE ALGUNOS SE EMPEÑEN EN LO CONTRARIO”,
Me hace gracia que haya gente que, sin el menor sonrojo, hable de la gran similitud entre el cristianismo y el comunismo, sin que le exploten los empastes de la boca, por tan petarda aseveración.
Aunque básicamente el fin teórico perseguido por ambas filosofías sea similar, es decir, el reparto de los bienes materiales entre todas las personas, el procedimiento seguido para lograr dicho objetivo, es perversamente inverso, estando en las antípodas el uno del otro.
Así, el cristianismo, basado en fundamentos divinos (y si alguno lo duda que se lea el Nuevo Testamento), fundamentará esa idílica igualdad, en el reparto – LIBRE Y VOLUNTARIO -, basando dicha acción, en el don divino del libre albedrío. Para ello SE FOMENTA EL AMOR AL PRÓJIMO, como vía para llegar a “compartir evangélicamente” los bienes existentes.
Por el contrario, en el comunismo/marxismo, dicho reparto será a la fuerza y mediante el empleo generoso de la violencia; y lejos de basarse en el amor fraternal, se fomentará el odio y la lucha de clases, con el objetivo de que al final tan solo quede una sola clase social, bajo la férrea bota del Estado Totalitario, personificado éste, en siniestros personajes a los que se les rendirá culto, a imagen y semejanza de los divinizados emperadores de la antigua Roma.
Mientras en el cristianismo se predica el reparto voluntario, en el comunismo se expolia al que tiene y – en ocasiones – además se le corta el cuello al expoliado. Se trata de la eliminación de la lucha de clases, mediante la supresión física y violenta de una de ellas, siguiendo el viejo dicho de “muerto el perro, se acabó la rabia”.
En este sentido, Lenin escribió: “La dictadura del proletariado es una lucha encarnizada, sangrienta y no sangrienta, violenta y pacífica, militar y económica, pedagógica y administrativa, contra las fuerzas tradicionales del viejo mundo”. Claro que tras ver los CIEN MILLONES DE MUERTOS que ha dejado la aplicación del comunismo en el planeta, uno se pregunta en dónde quedó la parte “pacífica y no sangrienta” de la que hablaba Lenin… ¡Qué cabeza la suya!
Así pues, quien desee exaltar – demagógicamente – las “virtudes” del comunismo, que lo haga, pero basándose en sus sanguinarios iconos, y no en Jesucristo y la filosofía cristiana, porque el hacerlo sería tan esperpéntico como ponerle a un cristo crucificado, un cinto con dos pistolas.
Postdata: La Teología de la Liberación es un engendro, al estilo del monstruo del doctor Frankenstein, en el que se han mal cosido una selección de pasajes evangélicos sacados, ladinamente, fuera de su contexto natural.
Enlaces:
El estilo comunista: https://www.youtube.com/watch?v=1sLdfhnOHZ8
El estilo cristiano: https://www.youtube.com/watch?v=sza4rh1YzsM&list=RDyu-2g2K7CEI
Frutos de la teología de la liberación: http://es.insightcrime.org/grupos-colombia/eln
Bibliografía:
– “SAGRADA BIBLIA”, Conferencia Episcopal Española, BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS, 2010.
– “EL LIBRO NEGRO DEL COMUNISMO: CRÍMENES, TERROR Y REPRESIÓN”, Stéphane Courtois, Nicolas Werth, Jean-Louis Panné, Andrzej Paczkowski, Karen Bartosek, Jean-Louis Margolin, Ediciones B, Barcelona, 2010 – ISBN 978-84-666-4343-6.
– “EL IZQUIERDISMO ENFERMEDAD INFANTIL DEL COMUNISMO”, Lenin, Editorial Anteo, 1973 – ISBN: 020112310973.
El imperio del mal: https://www.youtube.com/watch?v=SmCqN0yMZRg
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