La cifra de asistentes en el conjunto de los tres días rondará los 217.000 espectadores
El Gran Premio Motul de la Comunitat Valenciana de este fin de semana en Cheste (Valencia) cierra el campeonato del Mundo de motociclismo en el Circuito Ricardo Tormo y mantendrá este año su impacto económico aún cuando el título de campeón está decidido en las tres categorías del Mundial.
Un año después de la «carrera del siglo» marcada por la polémica deportiva y en la que el español Jorge Lorenzo se proclamó campeón del Mundo de Moto GP, el principal dato ya confirmado es el de la venta de la totalidad del aforo del circuito, con la mayoría de las entradas adquiridas con mucha antelación.
El circuito valenciano ha informado de que hace un año fueron 217.000 los asistentes en el conjunto de los tres días de competición, cifra que prácticamente duplicaba la de tres años atrás (120.000 aficionados en 2012) y que superaba los 197.000 del año 2014.
Gonzalo Gobert, director del circuito, afirmó en la presentación del Gran Premio en Alicante que los ingresos en 2016 aumentarán a pesar de que este año los títulos ya están decididos y que rondarán los 38 millones de euros porque el número de aficionados va a ser similar al del año pasado.
«El producto Moto GP es bueno y el interés deportivo ayuda, pero vamos a colgar el cartel de no hay billetes a pesar de que no hay emoción competitiva, solo fiesta y espectáculo. Podemos estar contentos», señaló.
El circuito encargó en 2013 un estudio de impacto económico general que estimaba un gasto medio por asistente a este Gran Premio en 368 euros, cifra que apenas ha variado posteriormente.
En esa cantidad por persona, los capítulos principales son la entrada, el viaje y el alojamiento. De ellos, el gasto más estable ha sido el de las localidades, por lo que el ahorro o el incremento en los gastos puede fluctuar en el desplazamiento y la pernoctación.
Precisamente, la media de pernoctaciones entre los asistentes con origen en España era de dos noches y la de los extranjeros de tres. Los jóvenes se alojaban fundamentalmente en casas de amigos, campings y hostales y las personas de más de 40 años y los extranjeros preferentemente en hoteles.
Por lo que respecta a la influencia del Gran Premio en la hostelería, las perspectivas son positivas en el marco de un mes como noviembre considerado como temporada baja para el sector a la espera de la Navidad.
Según la Federación Empresarial de Hostelería de Valencia, el Gran Premio supone un «importante impulso y un incremento del volumen de negocio a pesar de que el grueso del gastos va dirigido a desplazamientos, entradas y alojamiento».
Pese a ello, la Federación considera que la restauración y el ocio nocturno se benefician por la llegada de «miles de potenciales clientes de clase media con un interesante poder adquisitivo», aunque el impacto económico tanto en Valencia, como en Cheste o en otros puntos de la provincia se cuantificará más adelante.
Además, el departamento de comunicación del circuito también analizó el impacto mediático de las carreras del 11 de noviembre de 2015 con una audiencia televisiva de seis millones de espectadores en España, país de origen de Jorge Lorenzo y Marc Márquez, y de 9,6 en Italia, lugar de nacimiento de Valentino Rossi.
Estos tres pilotos concentraron la atención informativa durante los días previos y en el momento de la carrera de Moto GP del año pasado.
En su análisis, el circuito confirmó que el retorno económico estimado por la difusión mediática del Gran Premio (prensa, radio, televisión e internet) fue de 27,5 millones de euros, tras haber sido la prueba de Valencia la que más interés había suscitado en todo el Mundial de 2015.
Agregar comentario