Un total de 15.000 participantes han garantizado una nueva edición para el próximo año
El Valencia Boat Show 2016 cerró ayer sus puertas en la Marina Real con más de 15.000 visitantes tras siete días de exposición náutica. El cambio de modelo de la feria, en el que en esta edición se han expuesto 120 embarcaciones exclusivamente nuevas; el traslado en el calendario, de abril a octubre, y el nuevo emplazamiento a los pies de la Escuela de Empresarios EDEM, un espacio hasta ahora desconocido por el gran público valenciano, han permitido trazar con éxito el desarrollo de la edición 2016.
«El Valencia Boat Show 2016 ha estado muy por encima de nuestras expectativas, no solo por la cantidad de personas sino porque eran visitantes aficionados a la náutica de verdad que conocían bien la terminología y los productos. Algunos de ellos buscaban modelos muy concretos», aseguró su director, Fernando Jiménez.
A la espera de conocer los datos oficiales en ventas de los 60 expositores presentes, las primeras cifras auguran que el 80% de las marcas presentes han realizado ventas o tienen operaciones y contactos en marcha para las próximas semanas tras participar en la cita valenciana. Mientras que el impacto del evento en medios de comunicación se acercará a los 750.000 euros.
El Valencia Boat Show 2016 cerró ayer sus puertas en la Marina Real con más de 15.000 visitantes tras siete días de exposición náutica. El cambio de modelo de la feria, en el que en esta edición se han expuesto 120 embarcaciones exclusivamente nuevas; el traslado en el calendario, de abril a octubre, y el nuevo emplazamiento a los pies de la Escuela de Empresarios EDEM, un espacio hasta ahora desconocido por el gran público valenciano, han permitido trazar con éxito el desarrollo de la edición 2016. A ello se ha unido el perfil del visitante, en su mayoría conocedor del mercado náutico, que puede permitir a la capital valenciana, y a la Marina Real, en un nuevo punto de encuentro para los patrones de embarcaciones de recreo en España y también de mercados internacionales como Reino Unido, Francia, Alemania o Suiza.
«El Valencia Boat Show 2016 ha estado muy por encima de nuestras expectativas, no solo por la cantidad de personas sino porque eran visitantes aficionados a la náutica de verdad que conocían bien la terminología y los productos. Algunos de ellos buscaban modelos muy concretos», aseguró su director, Fernando Jiménez.
A la espera de conocer los datos oficiales en ventas de los 60 expositores presentes, las primeras cifras auguran que el 80% de las marcas presentes han realizado ventas o tienen operaciones y contactos en marcha para las próximas semanas tras participar en la cita valenciana. Mientras que el impacto del evento en medios de comunicación se acercará a los 750.000 euros.
«El comentario en el sector de embarcaciones nuevas a flote sobre la exposición valenciana es maravilloso. Creo que la constancia, el aprendizaje y la evolución del Salón Náutico de Valencia, que no olvidemos, lleva ocho ediciones, ha posibilitado que estemos aquí donde estamos. Y ahora, el salón lleva velocidad de crucero. Este lunes arrancamos la edición del año que viene», añadió el director del certamen valenciano.
Nueva edición
De cara a la edición 2017, tanto la organización de la muestra, realizada por la Unión de Empresas Náuticas (UEN), como la dirección de Consorcio Valencia 2007, han confirmado que el próximo Valencia Boat Show contará con más metros de exposición tras alcanzar los 12.000 en la presente campaña. En concreto, se le sumarán los 4.000 metros cuadrados del Tinglado número 2 hasta llegar al edificio del Reloj del Puerto.
«Todas las dudas por el cambio de ubicación, fecha y formato se han despejado de la manera más optimista», comentó ayer el director general de Consorcio Valencia, Vicent Llorens, durante su visita a la exposición. «Se va a convertir en una cita ineludible de la náutica en la Marina, que es donde debe estar», añadió Llorens, quien destacó que «la náutica es una actividad económica, que genera ocupación, que crea empresas, que mantiene empresas, contribuye al posicionamiento de la ciudad y genera oferta y demanda turística. Creo que el salón náutico es una pieza imprescindible en la propia Marina y en la propia Valencia», concluyó con Llorens.
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