Elisa Iannacone quiere transformar la manera en la que se habla de la violencia sexual a través del arte
¿Se estará insensibilizado la sociedad frente al más de un millar de violaciones que ocurren cada año en España desde 2009? ¿Cómo puede el asalto sexual ser tan común y a la vez seguir siendo un tabú?
Elisa Iannacone quiere cambiar eso. Víctima ella misma de una agresión sexual hace ahora cinco años, esta fotógrafa quiere cambiar la manera en que hablamos de la violencia sexual a través de uno de los medios con más alcance: el arte.
«Quiero que la gente modifique la forma en la que ve a las víctimas de violación» ha afirmado Iannacone para AOL. «Somos individuos con vidas enteras fuera del lugar del incidente».
Iannacone habla de The Spiral of Containment: Rape’s Aftermath (La Espiral de Contención: Consecuencias de la Violación). El proyecto de esta artista ー en busca de financiación vía crowdfundingー tiene como eje 24 fotografías que recrean los pensamientos y sentimientos de 24 personas víctimas de violación. El objetivo de esta exploración es recrear su historia de manera única para visualizar las consecuencias que permanecen en la mente de los supervivientes después del asalto sexual.
«Las imágenes están colocadas en una rueda de colores y todas ellas se conectan entre sí para ofrecer a los espectadores la sensación de ‘girar’ en una espiral», explica la fotógrafa, que ha trabajado con un psicoterapeuta para determinar si los sobrevivientes estaban emocionalmente preparados para participar en su proyecto.
En cuanto a la instalación, el movimiento sonoro acompaña las imágenes. «Cuando el público se acerca a la imagen escucha la grabación de la voz de una víctima, pero cuando da un paso atrás, se mezclan las voces de todas las víctimas dejando oír solo ruido».
Las escenas tratan de reflejar la realidad de que un asalto puede tener lugar en cualquier circunstancia y para cualquier persona. De hecho, uno de los tabúes en la cultura de la violencia sexual sale a la luz cuando es una víctima masculina la que ha padecido el asalto. En este caso, la agresión se produjo después de que la víctima visitara un club nocturno.
«Él estaba muy unido a la imagen de este coche porque su atacante era propietario de un descapotable rojo», dice Iannacone, que ha contado con la plena colaboración de las víctimas y de un psicoterapeuta para reflejar los sentimientos de cada persona en las fotografías. «Él dijo que sentía todo su alrededor como si fuera un circo y que no podía recordar las caras de todos, pero sí la sensación del entorno».
Aunque puede ser difícil a veces para Iannacone revivir su trauma, la terapia del arte ha sido «la mejor para el proceso de curación», declara. «Soy consciente de que esta situación es una oportunidad para ser parte de la ola que está trayendo el cambio a la forma en la que hablamos acerca de la violencia sexual».
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