Señor Folch, pensaba que la empresa que usted dirige tenía más credibilidad; a partir de ahora le aseguro que por mi parte no tendrá ninguna
Miguel Ortiz
El pasado sábado, en el estadio de Mestalla, se vivió un auténtico atraco a mano armada, un robo, el Valencia mereció los tres puntos, sí, los tres, y no consiguió ninguno, fue vergonzoso. Y todo ello gracias al trencilla Undiano Mallenco, como diría el maestro José María García, un bulto sospechoso sobre el terreno de juego. Las jugadas polémicas ya las hemos comentado en informaValencia pero voy a ir más allá. Una vez transcurridas 48 horas estoy más indignado y encendido y, una cosa que todavía tengo grabada en mi memoria, es la cara de mi hijo Pablo saliendo del coliseo blanquinegro casi con lágrimas en los ojos. Producto de la impotencia.
El programa radiofónico El Transistor de Onda Cero que dirige José Ramón de la Morena reunió anoche a Ernest Folch, director del diario Sport, Santi Nolla, del Mundo Deportivo, Cayetano Ros, del periódico Levante-EMV y a Marca. Señor Folch, pensaba que la empresa que usted dirige tenía más credibilidad; a partir de ahora le aseguro que por mi parte no tendrá ninguna. Lo primero que debería hacer es quitarse la camiseta del FC Barcelona, la bufanda y las pinturas blaugranas de la cara. Voy por partes: la entrada del argentino Enzo Pérez sobre Andrés Iniesta es dura, estamos de acuerdo, pero la acción es totalmente limpia. Toca claramente el balón y la inercia de la jugada provoca que arrastre al manchego. No es ni falta, por tanto, ni tarjeta amarilla.
El penalti de Umtiti sobre Rodrigo Moreno es más claro que al agua que bebemos. Primero le carga con el hombro y, posteriormente, lo desplaza con el brazo metro y medio. Me parece vergonzoso, señor Folch, que diga que no es punible, para el resto de los compañeros que compartieron tertulia sí lo era. Tuvo al menos el detalle de decir que el primer gol de Leo Messi es fuera de juego claro de Luis Suárez, faltaría más. Según usted, el encuentro estuvo envuelto en un ambiente de extrema hostilidad que condicionó el choque. El Valencia tiene una de las aficiones más deportivas de España para su información y no tira la cabeza de un cerdo como sí vimos en una ocasión en el Camp Nou. El botellazo lo condeno totalmente, no se pueden permitir esas actitudes y espero que el club que preside Layhoon Chan identifique al sujeto y le prohíba la entrada al estadio de por vida.
Y, por supuesto, Sergio Busquets, tenía que haber sido expulsado antes del descanso pero el árbitro no quiso mostrarle la segunda amarilla. Si estas tres jugadas no influyen en el marcador final que venga Dios y que lo vea. El Valencia realizó un gran encuentro con Cesare Prandelli como director de orquesta, tuvo contra las cuerdas al Barcelona en la segunda parte y mereció el premio de los tres puntos. Folch estuvo en otro partido o en el gallinero con los aficionados blaugranas, igual es el lugar que merece en las gradas a partir de ahora, con los ultras. Feliz día, señor director.
@Miguelortiz1974
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