Los primeros meses

LAS VAMPAIAVENTURAS DE JUANDE*: “Excursión con el cole”. Capítulo 2*

Pedro Hermosilla/Luis García del Real

Podéis pensar que ser vampimano mola. Mola pero no mola mazo. Me explico. Yo no sé lo que es dormir una noche entera a pierna suelta en mi puñetera vida ya que por la noche soy vampiro y he de vivir esa vida y por el día soy humano y también he de vivir como tal… Con lo cual, tanto en una vida como en la otra, soy un tío somnoliento y eternamente cansado.

Recuerdo que de bebé me pasaba las noches en vela (¡Pues claro, no te joroba! ¡Si era un vampiro! ¡Y encima un bebé!!!!). En mi casa no durmió como Dios manda (por cierto, ¿cómo manda Dios dormir?) ni el “Tato” hasta que yo cumplí un par de años y empecé a coscarme de qué iba el tema este de mi vida. Yo venga que ”buaaaah buaaaah”, mi padre venga que ”lo mato , lo mato al condenao”, y mi madre venga a de llorar y de llorar…

Así de divertidas pasamos las noches la familia Fitzjames Heredia, durante mis dos primeros meses de existencia.

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Como ya habréis notado, soy más madrero que padrero y una de mis aficiones preferidas es jorobar a mi padre cada vez que tengo la ocasión. Ya de pequeño apuntaba maneras como seguidor y superfán de Edipo: ese rey que mato a su padre para casarse con su madre… ¿Que cómo un canijo como yo sabe eso de Edipo? Pues porque parte de mi vida vampírica la he pasado leyendo. Las noches son tan largas y las calles sin nadie tan aburridas… Otra cosa es que, de cara a los demás, me convenga para mi supervivencia parecer cenutrio… pero ya llegaremos a eso. Volvamos al Juande bebé.

Me acuerdo perfectamente (soy un vampiro y tengo supermemoria de un güevo de gigas de esas) que mis padres se turnaban una noche cada uno para cuidarme. Las noches que lo hacía mi madre, ella me daba el pecho y con mi colmillito le habría una pequeña brecha en el pezón… Su sangre calmaba mi apetito y yo, en agradecimiento, procuraba estar quietecito para que pudiera dormirse conmigo en el regazo y, así, descansaba la pobre.

Las noches que le tocaban a mi padre (Jajajajaja. Joé, todavía me río cuando me acuerdo), el tío, como no tiene tetas, me daba biberón y, claro, ahí no había sangre ni brecha que rascar… y yo en estado vampiro no asimilo alimento humano… así que pasábamos unas hermosas veladas, mi padre y yo: él intentándome enchufar el biberón y yo berreando y manoteando para que no lo hiciera. Al llegar el amanecer, yo volvía a mi estado humano y me zampaba el biberón calentado por enésima vez y así me quedaba plácidamente dormido hasta la próxima toma, y mi padre tenía que irse a trabajar sin haber descansado ni un minuto… casi me lo cargo.

*Ver Capítulo 1 en Sección Educación o Entretenimiento, en el siguiente enlace: http://www.informavalencia.com/2016/09/17/yo-vampimano/

*Las “Vampiaventuras de Juande”, (el vampiro gitano) es un libro de lectura infantil/juvenil,de venta en colegios e IESS de Valencia, que sus autores, el docente Pedro Hermosilla y el ilustrador Luis García del Real publicarán por capítulos y en exclusiva para este diario cada semana, a lo largo de 32 capítulos.

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