Los primeros contenedores se colocarán de forma piloto en San Marcelino y Benimaclet a finales de noviembre
El Ayuntamiento de Valencia iniciará a finales de noviembre un programa piloto en Benimaclet y San Marcelino para instalar contenedores específicos de este tipo de residuos. La intención, avanzó el alcalde, Joan Ribó, es facilitar su conversión en abono y reducir, a más largo plazo, la tasa por el tratamiento de residuos que se cobra a través del recibo del agua. Además de estos dos enclaves, en la Concejalía de Medio Ambiente que dirige Pilar Soriano también se trabaja para desarrollar el plan en el Marítimo. En esta zona, sin embargo, el proyecto sólo afectará a los grandes productores de este tipo de residuos como los hospitales, supermercados, restaurantes, etc.
El paso que da el Ayuntamiento pretende ser el primero de una larga serie que debe desembocar en la instalación del nuevo contenedor por toda la ciudad. La iniciativa avanzada por el alcalde está en fase de elaboración y supondrá una transformación tanto en la fase de recogida como en la de tratamiento. Algunos flecos, de hecho, todavía no se han concretado. Es el caso, por ejemplo, del sistema de recogida. Fuentes de la Concejalía de Medio Ambiente explicaron que están estudiando todas las posibilidades pero anticiparon que una de ellas es la entrega de un cubo a los vecinos para que puedan ir recogiendo la basura. Por lo que respecta al contenedor, éste deberá adecuarse a los camiones con los que ya se presta el servicio.Es decir, que su colocación no suponga la necesidad de incorporar nuevos vehículos. La idea es que sean de descarga lateral como el resto de contenedores.
La planta de tratamiento también deberá acoplarse a la nueva recogida de residuos. De hecho, se tendrá que habilitar una nueva línea para aprovechar la recogida selectiva de material orgánico. Aunque supondrá un esfuerzo inicialmente, si el programa se extiende a toda la ciudad y se instala el hábito en los usuarios, se abarataría el servicio, ya que el proceso para cribar la basura sería más sencillo.
El objetivo es iniciar el programa e ir subsanando los problemas a medida que se vayan presentando. Lo que sí parece claro es que los vecinos de Valencia tendrán que concienciarse con el nuevo contenedor de basura orgánica. Su irrupción, no obstante, no conllevará la retirada del contenedor común, que convivirá en el mismo espacio.
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