Los vehículos fueron detectados en la zona donde se originó el fuego y se registró posteriormente un rebrote
La Guardia Civil sigue al menos cinco líneas de investigación para determinar quién provocó el incendio forestal que ha arrasado cerca de novecientas hectáreas en las localidades alicantinas de Jávea y Benitatxell, que todavía no ha sido dado por controlado oficialmente. Con todo, las pesquisas se centran en un posible grupo organizado que habría provocado los incendios de forma intencionada. Los agentes sigue el rastro a dos monovolúmenes que se dieron a la fuga en la zona de Cumbres del Sol, donde se originó el fuego el domingo y, posteriormente, se produjo un rebrote.
La Benemérita trabaja con varias pistas aportadas por testigos, aunque a la que aportan más credibilidad otorgan es a la de los monovolúmes, en los que viajaría tres personas. La presencia de cuatro focos en puntos separados hace creer a los agentes que se trataría de personas que conocían la zona.
Aunque esa es la principal línea de investigación, la Guardia Civil analiza la pista de una persona que fue vista en bicicleta en las inmediaciones del incendio (que obligó a desalojar a 1.400 personas) hasta un hombre que portaba una riñonera. También se investiga la relación con el siniestro de unos bidones de gasolina.
El fuego que ha arrasado una zona de altísimo valor ecológico se inició en el mirador de las Cumbres del Sol, en la localidad de Benitatxell. Justo en el lugar en el que se registró el rebrote que dio paso al pavoroso incendio. Según las fuentes consultadas por este periódico, los investigadores esperan poder inspeccionar el lugar este miércoles. Hasta ahora ha resultado imposible porque no se había controlado el incendio. Consideran que ahí puede estar la clave del caso en el que la única conclusión innegable hasta ahora es que se trata de un fuego intencionado.
De hecho, el incendio presentaba cuatro focos con mucha distancia entre sí. Por ello, las pesquisas apuntan a un grupo organizado de varias personas que aprovechó las condiciones meteorológicas para sembrar el caos, o a un único individuo que conozca muy bien el terreno y haya actuado en solitario.
El Código Penal establece penas de hasta veinte años de cárcel para los pirómanos responsables de fuegos en el que se haya puesto en peligro la vida de personas. En Jávea y Benitatxell las llamas cercaron las viviendas y hubo 1.400 desalojados.
La Guardia Civil y la Generalitat han reclamado la colaboración ciudadana para tratar de identificar a los responsables del incendio, mientras que los operativos de extinción trabajan ahora en otro fuego sin control en la localidad de Bolulla.
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