La ordenanza de ocupación de vía pública reducirá el número de celebraciones que se organicen fuera del calendario fallero
El Ayuntamiento de Valencia aprovechará la modificación de la ordenanza de ocupación de vía pública para regular los días en que las fallas podrán realizar eventos en la calle. El documento actual no establece límite alguno y deja en manos del concejal la resolución de todas las solicitudes que se presenten. En cambio, con la modificación que se pretende introducir en el texto, el consistorio establecerá un número máximo de fechas en las que los falleros podrán ocupar la vía pública con sus celebraciones fuera del calendario fallero. Así, se trabaja con la hipótesis de que las fallas puedan celebrar en la calle fiestas como San Juan, el Mig Any o incluso la Nochevieja (entre otras). No obstante, se establecerá un tope de festejos con un doble objetivo.
El primero, que los falleros cuenten con una regulación precisa y sepan con exactitud cuáles son las posibilidades que tienen a su disposición para programar actividades ocupando la vía publica sin estar pendiente de la voluntad de la Concejalía. La segunda, por contra, evitar que se produzca una saturación de festejos y las molestias que ello ocasiona a los residentes que no son falleros. Los trabajos para introducir este aspecto en la normativa municipal ya se han comenzado por parte de la Concejalía de Espacio Público liderada por Carlos Galiana y falta concretar las festividades en las que los falleros podrán desarrollar sus actividades. A priori, la intención es que se establezcan hasta tres celebraciones tradicionales (San Juan, Nochevieja y Mig Any, por ejemplo) y una última que se dejará a libre elección de las fallas. Esta decisión, sin embargo, debe concretarse tras una reunión con los falleros, que son quienes deben decidir cuáles son los principales festejos que quieren desarrollar ocupando la vía pública. Serán ellas, las fallas, las que deban negociar las propuestas en este sentido para que el documento siga su camino procesal y el ayuntamiento pueda dar el visto bueno al texto.
Galiana tiene una especial sensibilidad con el mundo fallero (es fallero y ha sido presidente de una falla) y afronta la nueva redacción del texto municipal con voluntad de diálogo. De hecho, en el consistorio se entiende que establecer por escrito cuáles son las condiciones y los límites para las celebraciones en la calle sería beneficioso también para los falleros, que sabrían sin género de dudas las fechas en las que podrían desplegar en la vía pública sus actividades festivas.
Por el otro lado, los vecinos ya conocerían también de antemano qué fiestas tendrían los falleros derecho a celebrar y que estos no podrían cortar la calle en cada ocasión en la que se decidiesen a organizar un evento.
La voluntad es que este aspecto quede recogido en la ordenanza de ocupación de vía pública, cuyo contenido ya se está ultimando. Y es que, retocar puntos del texto por separado supone un esfuerzo mayor en cuanto a los trámites a seguir por el consistorio.
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