El fuego devora la montaña protegida de la Granadella y obliga a desalojar a miles de vecinos de 16 urbanizaciones y un camping
La noche ha sido infernal, ya que el fuego arrasó la Granadella con un frente de siete kilómetros. Tal es la situación que los bomberos barruntan que el incendio no se dará por extinguido hasta el miércoles, como pronto.
El origen
Los investigadores no tienen dudas de que detrás de los fuegos está un pirómano. Convirtió Xàbia en un infierno. Primero, sobre las 16.30 horas, originó un fuego en el mirador del Puig de la Llorença, en el Poble Nou de Benitatxell. El fuerte viento de Llebeig empujaba las llamas hacia la Granadella. Los medios de extinción actuaron con rapidez. Dos aviones y dos helicópteros, así como bomberos y voluntarios de Protección Civil, sofocaron las llamas. El incendio ya estaba perimetrado y todos respiraban tranquilos. Se había evitado una catástrofe natural. Pero el pirómano atacó de nuevo.
A 40 metros de donde estaba el perímetro del fuego, y ya cerca de la Granadella, comenzó, sobre las 18.30 horas, un nuevo incendio. Además, tenía dos focos. El intenso viento propagó las llamas a la ladera de la Umbria, ya en la montaña pública de la Granadella. Es una zona forestal de gran valor y muy espesa. El incendio avanzaba ya sin control. La Guardia Civil y la Policía Local empezaron a desalojar urbanizaciones. Las primeras fueron la de Villes del Vent y la de Cansalades Park. No había forma de parar las llamas. Las fuerzas de seguridad también cortaron la carretera de les Cansalades y el Camí Cabanes. A continuación, evacuaron Valle del Sol, Valsol, Pinomar, Pinosol y el Tossalet. Miles de personas tuvieron que abandonar sus casas a todo correr. Muchos lo hicieron a regañadientes. La Guardia Civil tuvo que llevarse detenido a un propietario que no quería dejar su vivienda. De madrugada, las llamas llegaron a Camí Cabanes y se desalojó el camping El Naranjal y también la zona de Rebaldí.
Pero los desalojos estaban más que justificados. Las llamas cercaban miles de viviendas. Y causaron daños importantes en varias de ellas. Al menos una veintena acabaron calcinadas. El fuego llegó al Tossalet por el Camí Vell de la Granadella (la parte alta de esta urbanización de 700 viviendas). También acabó reducido a cenizas el parque público de Pinosol.
El viento, anoche, no había perdido intensidad y seguía empujando las llamas hacia las urbanizaciones. Además, las llamas devoraban la montaña protegida de la Granadella, un edén natural y una de las pocas zonas litorales vírgenes de la Comunitat Valencianal. En el año 2000, también a principio de septiembre, este paraje ya sufrió un terrible incendio que calcinó 500 hectáreas. La montaña se había recuperado de aquella catástrofe natural.
Mientras todos luchaban contra el fuego de la Granadella (a última hora de la noche se incorporó la Unidad Militar de Emergencias), el pirómano todavía sembró un poco más el caos. Sobre las 20.30 horas, prendió fuego al Saladar, un paraje que está junto a la playa del Arenal. Las llamas cogían gran altura en el meollo turístico de Xàbia. Decenas de vecinos de varias fincas de apartamentos bajaron a la calle ante la cercanía de las llamas. Los medios de extinción, para entonces, ya estaban totalmente desbordados. Acudieron a sofocar este fuego voluntarios de Protección Civil de Xàbia.
Agregar comentario