Entretenimiento

San Lorenzo y las lluvias

Agosto es normalmente un mes seco, pero que suele dejar algún chubasco o ciclo tormentoso que en algo alivia la sequía de la tierra y de los campos

Adela Ferrer / Astróloga

«Si llueve por san Lorenzo, tiene el agua buen recibimiento».  Pese a que es sólo a partir del plenilunio del día 18 cuando esperamos un significativo cambio en las masas de aire en altura –que el anticiclón se mueva o se debilite, dejando paso a una racha tormentosa-, parece que se abre una puertecilla a la esperanza partir del día de san Lorenzo.

El cuarto menguante que se producirá el 10 de agosto insinúa que, a partir de ése día y en la semana siguiente, aumentarán algo más las probabilidades de que se formen numerosas tormentas en nuestra península:

Pronóstico astrológico de agosto / Img Adela Ferrer
Pronóstico astrológico de agosto / Img Adela Ferrer

-La Luna es angular (cercana al Meridiano superior) lo que indica que “la atmósfera se inestabilizará”.

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-Venus se halla en un ángulo duro –algo menos de 90º- con Marte, relación angular que, como ya saben los aficionados a la astrometeorología, significa que “se abren las puertas de las aguas”. Hay mayor probabilidad de precipitación.

-Venus forma también ángulo recto con Saturno, lo cual indica que las precipitaciones serán de tipo “frío”, cosa que interpretamos como posibilidad de granizos.

-Como Marte es el planeta más alto en cielo -más cercano al Meridiano superior-, las consecuencias de los fenómenos anunciados tendrán relación con la naturaleza simbólica de este planeta: la destrucción, la rapidez y la violencia, motivo por el cual aventuramos la hipótesis de que en la semana comprendida entre el 10 y el 18 de agosto, se formarán numerosas tormentas de rápido desarrollo que dejarán precipitaciones puntualmente fuertes, violentas y acompañadas de granizo.

¿Dónde?. ¡Ahí le duele! Pese a que hay un estudio estadístico serio que indica que las posiciones planetarias tienen cierta relación de correspondencia con los patrones meteorológicos, lo que ocurre en unos u otros lugares depende de cómo dichos patrones se particularizan en función de la geografía.

Nos falta encontrar el quid del cómo y de la cuantificación. Inasequibles al desaliento, seguimos en ello.

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