Fruto de toda una vida dedicada a la fotografía y al mundo el toro, «Canito» recibió en 2014 el Premio Nacional de Tauromaquia
103 años de edad ha durado el ojo objetivo de «Canito», como se conocía a uno de los fotógrafos de la tauromaquia más famosos de Valencia y seguramente del ámbito nacional. Francisco Cano (Alicante, 1912) fue el único en su profesión que capturó en su momento, la fatídica tarde de toros donde el torero Manolete perdió la vida.
Alicantino de nacimiento y enamorado del mundo taurino, llegando incluso a vestirse el traje de luces, dejó el ruedo para dedicarse de lleno a la fotografía e inmortalizar lo que hasta el momento, pocos habían podido hacer. Con sus primeros encargos en el mundo de la fotografía, llegó a acumular mas de 60 años de profesión gráfica.
Canito se encontraba ingresado desde hacía un mes en la residencia de las Hermanitas de los Desamparados de Llíria (Valencia), donde finalmente ha fallecido, acompañado en todo momento por sus hijos: Vicente, Paco y Remedios, además de las dos hijas que tuvo en su segundo matrimonio, Isabel y Amparo. Según las mismas fuentes la capilla ardiente seráinstalada en la plaza de toros de Valencia, y permanecerá abierta durante todo este miércoles.
Mañana está previsto que los restos mortales de Canito den la última vuelta al ruedo al anillo del coso de la calle Játiva. Posteriormente se celebrará una misa funeral por su alma en la parroquia de San Andrés y a continuación sus restos serán incinerados en la capital valenciana.
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