El IVAM presenta una colección de autor francés para el que «las obras tienen un carácter catalizador de las heridas»
iV.com.- Christian Boltanski y el director del Institut Valencià d’Art Modern, José Miguel G. Cortés, han presentado a los medios de comunicación la muestra ‘Boltanski. Départ-Arrivée’. El artista, galardonado con el XIV Premio Internacional Julio González, y el director, comisarios de la muestra, han hecho un recorrido por las siete instalaciones que la conforman.
Boltanski ha expresado su satisfacción por volver a Valencia y poder exhibir algunas de las obras adquiridas por diferentes museos españoles hace más de veinte años, junto con obras mucho más recientes que no se habían visto aún en España.
Según ha explicado Cortés, «tenemos la oportunidad de ver siete grandes instalaciones que son auténticos espacios teatrales, en los que Boltanski no tiene tanto interés en que el espectador se sitúe frente a la obra sino que entre en ella, se introduzca y se deje llevar por los diferentes elementos que utiliza porque lo importante es que se introduzca en esa experiencia de sensaciones visuales y auditivas».
El director del IVAM ha señalado, asimismo, que «la muestra en su conjunto es una nueva obra y supone un recorrido casi iniciático a los trabajos de Boltanski». Así, partiendo de la pintura, el artista ha pasado por la fabricación de objetos, la escritura o el cine, hasta llegar a la fotografía, auténtico soporte de sus montajes actuales.
Boltanski por su parte ha destacado que «las obras tienen un carácter catalizador de las heridas. Cada vez soy más mayor y tengo menos miedo a la muerte que cuando era más joven. Por eso, ese sosiego se transmite en mis obras más nuevas», ha comentado Christian Boltanski comparando sus trabajos.
Instalaciones como ‘Les tombeaux’ (1996), al inicio del recorrido, muestran un período más pesimista del artista. ‘La Réserve des Suisses Morts’ (1991), pieza perteneciente a la colección del IVAM, con «torres de cajas de galletas crea una metáfora de la vida misma, ya que las torres están de pie pero pueden derrumbarse en cualquier momento», ha comentado el artista francés.
Mucho más recientes y exhibidas por primera vez en España, ‘La Traversée de la vie’ (2015) y ‘Départ-Arrivée’ (2015) es una obra dividida en dos instalaciones en las que, según el artista, «el público tiene que atravesar unos velos, que son muestras de la evanescencia de la vida.»
El recorrido de la muestra concluye con ‘Reliquaire’ (1990) y ‘Archives de l’année 1987 du Journal El Caso’ (1987), con fotografías de criminales o víctimas extraídas del conocido periódico de sucesos español, que «puestas una al lado de las otras no permiten discernir quién es quién, si es criminal o víctima.
«Las fotografías se caracterizan por la soledad, pero también me interesó esa vanidad de creencia en que no hay razón objetiva para morir. Sin embargo, al final nos convertimos en un montón de cenizas», reflexionó Boltanski.
La exposición pretende ser una experiencia casi espiritual que, en palabras del artista, «es como entrar en una iglesia con una luz más oscura y cuando salimos tenemos una situación contrapuesta» y esta experiencia convierte a los museos «en las nuevas iglesias, en los nuevos lugares de peregrinaje», concluyó Boltanski.
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