Una carta encabezada por el cardenal Cañizares expone la postura de la provincia eclesiástica ante los comicios
iV.com.- El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha recomendado a sus fieles que voten este domingo a «las fuerzas políticas que sean más favorables para la vida moral y justa» de la sociedad española y no a quienes defienden «el totalitarismo, el pensamiento único o el laicismo excluyente».
En una nota conjunta firmada junto al resto de obispos de la provincia eclesiástica de Valencia, Cañizares asegura: «No podemos elegir a cualquiera; no da lo mismo uno que otro. No nos podemos contentar con el mal menor, sino que habrá que intentar conseguir el bien posible».
En la nota, difundida hoy por el Arzobispado y rubricada además por los obispos de Orihuela-Alicante, Mallorca, Segorbe-Castellón e Ibiza, se señala que «la situación es complicada y nada fácil» en España tras las «fallidas» elecciones del pasado 20 de diciembre.
«Son muchos los cristianos que nos han pedido a los obispos que, como sus pastores, les ofrezcamos alguna orientación ante la excepcional importancia del momento que vivimos. Y así lo hacemos en virtud de nuestra responsabilidad» aunque «nunca para orientarles sobre a qué grupo político concreto deben votar, puesto que la fe cristiana no es una ideología política ni puede ser identificada con ninguna de ellas», señala el escrito.
La Iglesia, añade, «nunca determinará quiénes deben gobernarnos, pero sí debe proyectar la palabra de Dios sobre la sociedad cuando se trata de promover los derechos humanos, y la justicia, con la firme voluntad de que nosotros como hombres de Iglesia y el próximo Gobierno acertemos en las relaciones que respeten la mutua autonomía y libertad, estableciendo la colaboración constante en beneficio de todos».
«Habrá que tener muy en cuenta los bienes y valores que contiene y promueve la Constitución Española, que habrá de ser respetada y asumida por la formación política que se elija», aseguran los obispos valencianos.
Por ello, muestran su apoyo «a quienes favorezcan el desarrollo de la persona y apoyen el reconocimiento efectivo de los derechos fundamentales de todas las personas y de todos los ciudadanos».
Entre ellos destacan «el derecho a la vida desde su concepción hasta su muerte natural, la dignidad de toda persona, sus derechos inherentes e inalienables», así como «el derecho a la libertad religiosa personal y comunitaria y a la objeción de conciencia».
También defienden «el derecho a la educación y el derecho prioritario de los padres a educar a sus hijos y de hacerlo conforme a sus convicciones religiosas y morales, la libertad de enseñanza y el derecho de los padres a elegir el centro que deseen para sus hijos, y el derecho de que estos reciban la formación y religiosas que desean para sus hijos».
«En consecuencia -sentencian- no podemos apoyar el establecimiento de ningún tipo de totalitarismo, de pensamiento único o de laicismo excluyente. Nuestro voto ha de ayudar a quienes de verdad y efectivamente trabajen por el bien común, por la justicia social y por la desaparición de desigualdades».
Los obispos insisten en que los cristianos no pueden «colaborar con quienes empleen la violencia, el odio, la mentira, la manipulación o la corrupción para conseguir sus fines: en los proyectos políticos y sociales se ha de buscar siempre favorecer la convivencia y la solidaridad, el diálogo y la cooperación, la unidad y la concordia entre todos los españoles, sin exclusiones».
«Habrá que elegir las fuerzas políticas que sean más favorables para la vida moral y justa de nuestra sociedad al servicio siempre del bien común de todos: personas, grupos y familias», concluye el escrito.
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