Antonio Gil-Terrón
Hoy no es mi santo, pero curiosamente me suelen felicitar como si lo fuera. Al principio daba las gracias, al tiempo que explicaba que mi santo es el 17 de enero, día de San Antonio Abad, ermitaño y patrón de los animales domésticos. En la actualidad, simplemente doy las gracias a quien me felicita, y me ahorro dar unas explicaciones sobre cuál es el día real de mi onomástica, que – como es normal – de un año para otro nadie recuerda, ni falta que hace.
O sea que me pueden felicitar cuando lo deseen, a pesar de que nunca he entendido que mérito tenemos para que nos feliciten el día en que el nombre del santoral coincide con el nuestro; un nombre que ni tan siquiera elegimos nosotros. Pero sigamos.
San Antonio Abad (17 de enero) es conocido en mi tierra como “Sant Antoni del porquet” (San Antonio del cerdito), ya que se suele representar con un cerdo a sus pies. Aunque bien pensado, en España podrían haberle dado un “toque ibérico”, sustituyendo la imagen del rosado y tierno cerdito de la iconografía tradicional, por la de Oriol Junqueras [*].
Cerdos a parte, también es famoso San Antonio Abad por la “especial dedicación”, amén de palizas, que le prestó el diablo a la hora de tentarlo, tal y como vemos en el óleo que ilustra el artículo de hoy.
Lo cierto es que tras examinar cuidadosamente el cuadro titulado “LAS TENTACIONES DE SAN ANTONIO”, me percato de lo lejos que estoy de alcanzar la santidad; estado que ni merezco, pretendo, ni aspiro de momento…
Tal vez cuando alcance la edad del octogenario San Antonio que aparece en la imagen, y la Naturaleza y el Tiempo hayan hecho su labor de merma en mis amortizadas partes nobles, igual lo consigo…, aunque tengo mis dudas. Al fin y al cabo, en la época de San Antonio Abad no existía la “Viagra”, por lo que los ancianos de antaño jugaban con ventaja a la hora de conseguir la dorada y beatifica coronita dorada.
En cuanto a San Antonio de Padua, que es el santo que se festeja hoy, quisiera aclarar que ni se llamaba Antonio, ni era Padua (Italia), sino que su verdadero nombre era Fernando Martim de Bulhões e Taveira Azevedo, natural de Lisboa (Portugal), lo cual no merma para nada su grandeza y santidad sin fronteras.
Pillan a Junqueras rezando en una mezquita al poco de salir de procesión
@elvelorasgado
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