Derrotó en semifinales a la australiana «mano de hierro» Samantha Stosur, y aspirará por primera vez al título de París ante Serena Williams
iVcom.- Garbiñe Muguruza ha superado (6-2 y 6-4 en 1h.16’) a la australiana Samantha Stosur para meterse por primera vez en la final de Roland Garros. A sus 22 años se ha trabajado una nueva oportunidad para ser campeona de un Grand Slam, después de intento sin premio de Wimbledon 2015, ante Serena Williams, con la que vuelve a reencontrarse, ya que la estadounidense también cumplió el prónostico ante la holandesa Kiki Bertens, 58ª WTA, 7-6 (9-7) y 6-4 (1h.38’).
Serena remontó una pelota de set con 5-6 en el ‘tiebreak’ y las supuestas molestias de adductor que estaría arrastrando la número uno mundial y vigente campeona de un torneo que ha ganado tres veces, sumando 21 del Grand Slam
La cuarta jugadora mundial, ranking que no mejorará en ningún caso tras este torneo, sigue los pasos de Arantxa Sánchez Vicario (1989, 1994 y 1998), que capturó tres títulos en seis finales (1991, 1995 y 1996), y Conchita Martínez, finalista en 2000.
Dieciséis años después, Garbiñe se confirma como la heredera del dúo de oro del tenis femenino español. Con esa potencia que le caracteriza, un tenis de ‘cañonazos’ con el que se siente identificada y que se origina desde sus 182 centímetros de estatura.
Estilo, un talento y una fuerza que le permite depender de sí misma. Así es Garbiñe Muguruza, a la que le encantan los escenarios importantes, las rondas de prestigio, en los que se crece. No pudo disputar la semifinal en la pista central, como hubiera sido normal de no haber sido por la lluvia, pero en la Suzanne Lenglen marchó como una posesa a por la final. Con agresividad y caminando hacia adelante, cercando a la oponente. Y sobreponiéndose a los nervios del cierre.
Desde el principio dejó claro a la veterana Stosur, 32 años y 24ª del ranking mundial, que no iba a dejar escapar la oportunidad, por mucho que la ‘aussie’ figure en el palmarés del Grand Slam, tras capturar el Open USA 2011, o que ya hubiera superado la franja de la penúltima ronda en Roland Garros 2010.
“Soy ambiciosa”, proclamó Muguruza después de haber franqueado, a la tercera, el listón de los cuartos en la capital francesa, y en la cancha plasmó ese afán de superación. En un estadio semivacío y un día desapacible, la caraqueña se centró en sí misma, y en poco más de media hora ya tenía el primer set, 6-2.
Sin alardes, porque le costó hallar una línea regular de primer saque, pero en cuanto la pelota estaba en juego sus raquetazos no hallaban respuesta en una Stosur descolocada, impotente.
Con 2-0 en la segunda manga, Stosur apeló a su experiencia, que le dio para el 2-2. Nada más. El partido era de Garbiñe, muy superior en todos los aspectos, y así lo confirmó moviendo su antojo a la rival hasta el 5-2. Una lección de determinación y poderío.
Quedaba manejar los nervios en la resolución. Y ahí sí titubeó primero Garbiñe entregando su servicio en blanco, 5-3. No lo solucionó al resto (5-4). Sí en su siguiente turno de servicio: dos ‘aces’ seguidos ayudaron a sepultar la doble falta anterior y para que se metiera en la final. Y quiere más.
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