Ignavia
Requiem por un imbécil de solemnidad, que no entendió que echarte de menos a rabiar iba a ser su único estado civil vigente
Requiem por un imbécil de solemnidad, que no entendió que echarte de menos a rabiar iba a ser su único estado civil vigente
Cuando sí y no están tan cerca que parecen besarse los labios, no hay cordura que resista.
Una vez leí que cuando uno se enamora hasta las trancas, las pupilas se dilatan, la respiración tiene ciclos más cortos… y, de cuando en vez, al corazón le falta un latido. Arritmia, se llama
… esa que tímidamente me pide que tiene hambre de algo que no es comida y que yo capto al segundo
Aquel universo en el que girar en torno a ti era como una ficha de la noria, un viaje único y delirante, pero del que saldrías despedido a golpe de bocinazo, campana y se acabó
La melodía sonaba triste, como tristes parecían tus ojos, viajaba de tu ventana a mi terraza. Según tocabas, la intensidad iba subiendo y yo capté que algo te ocurría
Que no quiera verte y quiera verte es ya mi forma de aceptar que por mucho que me empeñe, tú en mí eres gula y necesidad que no cesa
Lo que no sabía Tríni, era que Tobías, el niño guapo, ya se había fijado en ella y no en su amiga Karen
Lo sabía por experiencia, y no por la suya sino por Diana, que había tenido tres relaciones, una por cada año de instituto y lo único que había sacado de ello eran malas notas y…
…hueles a nube, a algodón de azúcar, a caramelo de flan. A qué coño salió mal. A qué mierda el orgullo que me impidió ir tras de ti cuando me dijiste que querías más
Lástima que tú aun no te hayas dado cuenta de que estar contigo, nena, es mi estado civil favorito
Estoy loco por ti, Laura. Pero loco hasta la demencia senil, que me vas a gustar mientras viva y quizá también cuando haya muerto, que hay amores que se llevan en la piel por muy…
Hay historias que nacieron para ser contadas en pretérito perfecto, oda a un principio que sabe a fin, me sé uno más entre los muchos damnificados por esta mierda que se llama amor sin feedback
Esas letras malditas, pura pupa y enredo, porque, aunque me esconda entre las rimas y los estribillos, ahí estamos tú y yo en cada verso
Era imposible que un cometa rutilante, con polvo de estrellas por colita, no tuviese a un tonto mirando por el telescopio
Los amigos no se besan en la boca, ¿sabías? Me dijiste al día siguiente sin preámbulos ni anestesia…
Tú te me cuelas entre las rendijas, deliciosa llama que todo lo vuelve hambre, que todo lo vuelve incendio, almenara en la que todo arde, incluso las promesas de esto no mira, esto no se…
Ese beso, que si ocurre, explota, lanzando todo por los aires, movida pangeática, continentes a su bola y a la deriva
Decía mi abuela que el abuelo de su abuela contaba que un anciano las trajo en barco desde el lago de Como, de un vergel en el que pastaban Amalteas y crecían frutas de colores
Son los caballos desatados de los Anemoi quienes revuelven con sus cascos rabiosos el aire, desencadenados por Eolo con algún misterioso fin
De alguna manera, tus labios y tu forma de recibir los míos fueron el parangón de lo que mata y lo que hiere