Pedro Hermosilla
Me baja hasta las uñas de los pies
el veneno que tu boca pronuncia.
Pedro Hermosilla
Blancas y algodonosas
como el alma de un bebé,
Melocotonazos
Pedro Hermosilla
Mira como corre el fuego, paternero.
Paternero, mira como corre.
Pedro Hermosilla
VIVIENTO.
Cuando yo ya no me quiera vivir
moriré tranquilo, esperanzado y contento.
Pedro Hermosilla
Yo, que me empeño en que seas mi poema
y no hay palabras que rimen contigo;
huyen, como cobardes, los adjetivos,
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