Pedro Hermosilla
Hay un método de estudio irrefutablemente efectivo para la camada: la pizarrita. Hace ya tiempo que no escucho a mis estudiantes hablar de él y creo que no debiera perderse por el rendimiento que se le saca.
Consiste en algo tan simple y tan barato como instalar una pizarra, o similar en la cual el niño, a la hora de estudiar, explique a alguien (puede ser real o imaginario) los aprendizajes que quiere adquirir. Implica la motivación y el esfuerzo por entender que se hace imprescindible para interiorizar contenidos; y de una tacada ya damos un sentido a los contenidos: explicarlos.
Es bien sabido que se aprende más hablando que oyendo, haciendo que viendo, siendo activo que pasivo… igual nos ahorramos un pastizal en academias y en clases de repaso.
P.S. Si no hay pizarra, puede servir una hoja cualquiera…pero es menos motivadora.
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