El Jamelgo
Denles a los niños un ratito de silencio, que se metan de vez en cuando en sí mismos, que se aíslen, que se calmen, que respiren, que se den cuenta de que lo grande está dentro y no fuera, que reflexionen, que relacionen, que conecten… El cerebro y el pensamiento funcionan mucho mejor sin ruidos, en introspección. El aprendizaje no consiste en saber, sino en interiorizar, comprender, asimilar y aplicar lo que se sabe en favor de uno mismo y de los demás.
Enséñenles a… ¿podríamos decir “meditar” sin correr el riesgo de parecer unos hippies colgados de la Ibiza de los 70? Si los acostumbran a ello, se darán cuenta de que están sembrando en los mozalbetes una semilla de paz, sosiego y templanza impagable. Impagable porque es gratis.
Para otro día dejaremos el beneficio de saber dar varios puntos de vista a las situaciones conflictivas como método de aceptación y de resolución de conflictos en los nenes…y en los adultos.
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