Opinión

Luchas intestinas

Jose Segura / FILOSOFÍA IMPURA

En todos los partidos políticos, como en tantas otras organizaciones incluso empresariales, las luchas intestinas por el poder son algo común. Nada sorprendente. Aunque quizá llame la atención lo rápidamente que se han instalado en Podemos a pesar de su corta vida.

Ya son varias las confluencias y plataformas regionales que han plantado cara a la férrea dirección nacional que intentan implantar Pablo Iglesias y sus colaboradores más directos, entre los que no se encuentra Íñigo Errejón, el eterno y más amable discrepante.

La última confrontación acaba de producirse en la Comunidad de Madrid, en la que Podemos tiene previsto un congreso autonómico. Una nueva candidatura de perfil errejonista como la encabezada por Rita Maestre y José Manuel López –altos cargos en el Ayuntamiento y en el parlamento regional respectivamente-, con la presencia activa de la mediática Tania Sánchez, puede suponer un dolor de cabeza añadido para el bronco Iglesias, si quiere mantener su poder en tan importante territorio.

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Las luchas intestinas, las navajas que vuelan a nivel interno, las peleas por el poder, son efectivamente algo común en los partidos políticos de todo signo y color. Pero en este caso alcanzan una especial trascendencia porque demuestran que Podemos se encuentra todavía en pañales y dando sus primeros pasos. Enfermos, incluso, de tanto éxito y fracaso, producidos en un período de tiempo tan breve que impide la sedimentación, la unidad y la calma.

En otros partidos con más larga trayectoria, las luchas internas por el poder tienen causas muy variadas, habitualmente generacionales con todo lo que ello conlleva respecto a la evolución de las ideologías. Pero en partidos de corta vida como UPyD, VOX o Podemos, la juventud organizativa es una enfermedad que sólo se cura con el tiempo. O con la desaparición.

En filosofía, tan impura como la que suelo traer a esta palestra, me ha llamado la atención un breve texto de Angela Pritchard, que escribió en su web Belsebuub, y a quien agradezco hoy su inspiración: “Aquellos que sucumben a la lucha contra las tinieblas usando poderes oscuros se convierten en el mismo mal que originalmente se propusieron destruir.”

Parece pues bien traído que estas luchas internas por el poder se denominen también intestinas. Faunas de uno y otro signo pelean en nuestras tripas por mantenernos en un estado relativamente depurado. Eso sí, rodeadas de mierda.
Twitter @jsegurasuarez

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