Fue segundo en 110 metros vallas por detrás del jamaicano McLeod
De casta le viene al galgo. En su casa hay tradición. Su abuela participó en los Juegos Panamericanos y el nieto heredó su pasión. Su inicio en el atletismo estuvo guiado por ella, antigua velocista.
Comienza la prueba. Orlando sale mal y como tiene estratégicamente pensado, remonta. Coge al francés Dimitri Bascou(13.24) y alcanza la segunda posición tras el jamaicano Omar McLeod (13.15). La plata ya es suya (13.17). Una plata cubana para el atletismo español, que no subía al podio desde 2004.
Ortega se envolvió en una bandera española y disfrutó a lo grande de su éxito, junto a su familia y los integrantes del equipo español presentes en el Estadio Olímpico. Y, agradecido, dedicó su victoria al país que le ha dado acogida, tras la prohibición que pesa sobre él para no volver a Cuba.
«Me siento muy contento, muy orgulloso, muy feliz, ha sido impresionante. Gracias a mi familia y a toda España», señalaba en torno a las 4 de la madrugada en los micrófonos de la Cope. «Sabía que iba a ser muy difícil pero la carrera gracias a Dios salió. Sabía que podía contar con mi sprint final y así ha sido. A pesar de una mala salida logré remontar», explicaba el atleta español, que ya solo pensaba en «celebrarlo a lo grande».
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