Los siete detenidos, varios de ellos en Valencia y Xàbia, distribuían el material pedófilo por todo el mundo aprovechándose de la situación de exclusión social de los menores
La red usava a 80 menores de entornos marginales para explotarlos sexualmente para producir y distribuir pornografía infantil por todo el mundo. Este era el modus operandi de la banda criminal que los Mossos d’Esquadra y la Guardia Civil han desarticulado. Tres de los siete detenidos hasta el momento estaban afincados en Tortosa (Baix Ebre) y el resto en Cubelles, València, Xàbia y Barakaldo.
La investigación se inició a raíz de que el personal de un centro residencial de acción educativa de Tortosa vinculado a la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia (DGAIA) diera la voz de alarma. Los Mossos d’Esquadra pudieron constatar que en un piso de la localidad tarraconense se estaban grabando escenas de pornografía infantil, por lo que procedieron a registrar el domicilio y a detener a dos personas, una de nacionalidad francesa y la otra marroquí, que ya han ingresado en la cárcel.
Miles de archivos pedófilos
En el decomiso llevado a cabo en la vivienda la policía encontró gran cantidad de archivos de pornografía infantil, más de un millón de fotografías y vídeos y más de mil DVD. Además, la policía detectó 28 dominios en internet desde donde se estaba distribuyendo el material delictivo, producido mayormente por el propio grupo mediante la explotación de menores en riesgo marginal que captaban en Barcelona, Tortosa, Valencia y Marruecos.
El grupo criminal filmó gran parte de las imágenes confiscadas en viajes que se habían llevado a cabo entre los años 2000 y 2015 en Sri-Lanka, Tunísia, Camboia, Laos, Tailàndia, Singapur, República Txeca, Kènia, França, Java y Bali. El grupo se lucraba con la venta de este material que difundía, previo pago, a través de internet y por vía postal. En tan sólo tres años el líder del grupo llegó a recaudar más de 80.000 euros de este modo.
Los Mossos d’Esquadra destacan que una de las mayores dificultades de este caso ha sido la identificación de las víctimas ya que proceden de entornos marginales y de países pobres. A modo de ejemplo, explican que tuvieron que consultar más de 5.000 fichas de protección de menores de Barcelona entre los años 2000 y 2011 sólo para identificar a siete de los menores que aparecen en las imágenes.
Obligados a tener sexo
Una treintena de los 80 menores que participaron en las filmaciones sexuales, muchas veces de manera forzada, están plenamente identificados. La policía ha detallado que la banda suministró a las víctimas alcohol y estupefacientes y les hacía visionar pornografía heterosexual para convencerlos de mantener relaciones sexuales con otros menores, muchas veces sin su consentimiento.
Los investigadores del caso también han acreditado que el líder del grupo es autor de ocho abusos sexuales a menores de 13 años. Unos abusos que han provocado en las víctimas alteraciones en su madurez sexual ya que, por lo menos, tres de los afectados han continuado manteniendo contacto con miembros del grupo criminal.
Aparte del registro en el domicilio de Tortosa, los días 7 y 25 de julio se llevaron a cabo seis entradas y registros en Cubelles, Valencia, Xàbia y Barakaldo. En estas localidades la policía detuvo a cuatro personas con antecedentes por hechos similares, que también han ingresado en la cárcel por orden judicial.
Los miembros del grupo mantenían entre ellos un fuerte vínculo ya que viajaban conjuntamente y de forma habitual por varias zonas de España y del extranjero, sobre todo a Marruecos, donde tenían la intención de montar un punto de turismo vacacional pedófilo. La policía no descarta que se practiquen más detenciones.
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