Jose Segura / LO QUE HAY
Hoy se abre un nuevo período legislativo con la composición del Parlamento y la elección de los presidentes de las dos cámaras que lo componen. Un día que debería ser ilusionante como cada vez que se abre la posibilidad de una nueva etapa de gobierno, aunque agradará según hacia qué lado vaya la corriente y a quién moje.
Pero en esta ocasión, visto lo visto sobre la fragmentación del Congreso, la desunión de la izquierda y la amplia posibilidad de que nos vuelva a gobernar Rajoy, la nueva legislatura se observa más como interesante que ilusionante.
Y es que en esta legislatura se deberían afrontar de una vez los asuntos más candentes que atenazan el desarrollo y la unión de nuestro país. Temas pendientes como la desaparición de la desigualdad, de la pobreza, del paro y de los salarios de miseria; un pacto serio por la educación; la solución para el sostenimiento de las pensiones; la composición de un estado en el que quepamos todos; la reforma de la constitución; la regeneración democrática y un ataque eficaz a la corrupción y al fraude fiscal; unos servicios sociales adecuados y muchos otros propósitos que me resulta imposible enumerar.
Se inicia pues una legislatura con una gran cantidad de reformas y tareas por resolver, para los que va a ser necesario, tanto unas elevadas dosis de vocación por la defensa del ciudadano, como una generosidad pactista que de momento permanece ignota en la reciente historia de España.
No es momento de ilusiones. Aunque sí de una nueva etapa para que nuestros representantes actúen de una vez con sabiduría política y para poner a prueba la paciencia de nuestros ciudadanos, incapaces hasta ahora de batallar por su destino.
Twitter: @jsegurasuarez
Agregar comentario