Al alcalde Ribó «no le gusta» y cree que «se podían haber hecho las cosas de otra manera»
iV.com.- El origen de la devoción a la Virgen de los Desamparados está unida al nacimiento en 1410 del primer hospital de «locos» del mundo, conocido como «Hospital de Ignoscents, Folls e Orats». La institución hospitalaria fue puesta bajo el patronato de la Virgen María. Su imagen con la cabeza agachada mirando a los enfermos (que varios estudios datan de 1414) derivó en el nombre de la «geperudeta».
Un Real Privilegio del Rey Fernando el Católico rubricado el 3 de junio de 1493 decidió que a partir de ese momento la imagen fuera intitulada como «Nostra Dona dels Desamparats».
Además, la Virgen de los Desamparados, símbolo de las señas de identidad de los valencianos, es desde 1954 alcaldesa honoraria y perpetua de Valencia. El 10 de marzo de 1961 el papa Juan XXIII la proclamó Patrona primera y principal de toda la Región Valenciana (denominada Comunidad Valenciana en la actualidad).
Pues bien, la utilización de su imagen para anunciar la manifestación del orgullo gay por parte de una entidad radical independentista como Endavant ha generado un rechazo que habría resultado unánime de no haber sido por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, que no considera una ofensa el cartel en el que ve a la patrona besándonse en la boca con la Virgen de Montserrat.
Sin embargo y sin que sirva de precedente, el alcalde Joan Ribó ha manifestado este martes que no le gusta el cartel y que «se podían haber hecho las cosas de otra manera» y «respetando un poco más a todo el mundo» por parte de la entidad que lo ha publicado, ‘Endavant, Organització Socialista d’Alliberament Nacional’, para la celebración el próximo sábado del Día del Orgullo LGTBI en esta ciudad.
El alcalde ha considerado que «utilizar símbolos muy estimados por personas» de la Comunitat Valenciana y de Cataluña «no es la mejor solución para avanzar en el respeto a todas las personas, sea cual sea su opción sexual, y tampoco en el respeto a la simbología religiosa».
Ribó ha indicado que «se ha de respetar» la ideología y simbología «de los cristianos, de los musulmanes, de los budistas y de todos, de los creyentes, de los no creyentes, de los heterosexuales, de los homosexuales y de cualquier persona».
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